La Copa del Mundo de Esquí Alpino comenzará en Val d'lsere

Como cada año, desde que se creó la Copa del Mundo, Val d'lsere será el punto común de partida en el comienzo de esta competición. Este año, los hombres tendrán veintinueve carreras (diez descensos, nueve gigantes, nueve eslálom y un eslálom paralelo), y las damas 31, (nueve descensos, once gigantes, diez esláloms y un eslálom paralelo), contra las 31 y 28, respectivamente, que tuvieron los calendarios de la pasada temporada.Además, esta temporada se ve aumentado por los Campeonatos del Mundo, a celebrar en Schladming (Austria), del 27 de enero al 7 de febrero.

El sistema de puntuación será igual al de siempre, es decir, el ganador de una carrera tendrá veinticinco puntos; el segundo, veinte; el tercero, quince; el cuarto, doce, y así hasta el decimoquinto, que tendrá un solo punto. Para la clasificación general contarán los cinco mejores resultados por especialidad y los tres mejores en las combinadas. También, como siempre, habrá una Copa del Mundo por especialidades (descenso, gigante o eslálom), para lo que contarán los cinco mejores resultados en cada especialidad.

Difícil pronóstico

En cuanto a realizar un pronóstico, después de lo ocurrido en la pasada temporada, en la que ganaron el norteamericano Phil Mahre y la suiza Marie Therese Nadig, ésta se presenta muy interesante ante la cantidad de cambios que se han ido produciendo.Por ejemplo, el llamado sueco de oro, Ingemar Stenmark, lo tiene muy difícil. El calendario, en los últimos años, se ha elaborado beneficiando a los polivalentes, y el sueco no participa en los descensos, a pesar de lo cual pudo haber ganado la temporada pasada, pero al final realizó unas carreras tan desastrosas que perdió una Copa del Mundo que tenía en la mano. Se le vio esquiar como con desgana. Dio la impresión de haber descendido su gusto por el esquí.

Esta temporada, por tanto, a no ser que realice la hazaña de vencer en todos los esláloms (tanto especiales como gigantes), solamente tiene la posibilidad de lograr los títulos de campeón del mundo de eslálom y gigante, en Schladming, e ir acumulando victorias en esta Copa del Mundo para batir el récord de carreras ganadas que él mismo ostenta con un total de 63.

Por otra parte, la mayor oposición la recibirá del norteamericano Phil Mahre (campeón absoluto de la temporada pasada), un superpolivalente que corre bien en todo. También el soviético Alexander Zhirov, tercero en la general de la temporada pasada, con lo que demostró que los países del Este ya han llegado a los puestos de honor definitivamente, y Andreas Wenzel, de Liechtenstein, campeón del año 1980, y también gran polivalente, le presentarán batalla en los esláloms.

En los descensos habrá que volver a contar con el canadiense Steve Podborski, el suizo Peter Mueller y el equipo austriaco, con sus punteros Winsberger, Weirather y Spiess, que darán gran animación a la prueba reina.

De cualquier manera, da la sensación, ante los resultados de los últimos años, de que, si exceptuamos a los austríacos, en descenso, los países alpinos están perdiendo su hegemonía en las tres disciplinas, para dar paso a los países del Este, Estados Unidos y los países nórdicos.

Nadig abandonó la competición

En cuanto a las chicas, con la retirada de la campeona de la temporada pasada, la suiza Nadig, queda el campo libre para sus compañeras de equipo, Erika Hess y Doris de Agostini.Erika Hess (campeona en la especialidad de eslálom y segunda de la general en 1981) es una de las esquiadoras que mejor se desenvuelve en los esláloms. De todos modos, en la especialidad que domina, el eslálom, será molestada por corredoras como Hanny Wenzel, de Liechtenstein, campeona del año 1980 (Wenzel está totalmente restablecida de su lesión y con más posibilidades de cara al triunfo final, al ser una gran polivalente). La norteamericana Tamara McKinney, campeona en la especialidad de gigante en 1981, y las francesas Fabienne Serrat y Perrine Pelen contarán entre la favoritas.

Doris de Agostini, por su parte es una gran especialista en el descenso y tiene pocas rivales en esta disciplina. Unicamente la inquietan la austríaca Cornella Proell, hermana de Anne Marie, y la canadiense Gerry Sorensen, una buena estilista, que dio la sorpresa en la pasada temporada al vence en Haus im Ennstal, cuando nadie lo esperaba y ya había comenzado el acto oficial en el podium.

Blanca Fernández Ochoa, que fue primera en gigante y tercera en la general de la Copa de Europa 1981 esta temporada, debe realizar su entrada definitiva en la Copa del Mundo, donde tiene un puesto de honor esperándola; las demás tienen poco que hacer en esta competición.

Entre los chicos, quizá Jorge Pérez, que después de su agradable sorpresa en Lake. Placid no ha vuelto a brillar, a excepción de alguna buena clasificación en la Copa de Europa, pueda hacer algo para terminar de cuajar en la alta competición. Es de esperar que se anime y se lance, desechando esa especie de complejo que agarrota a los españoles a la hora de competir.

Los demás miembros de los equipos no tienen apenas posibilidades ante el altísimo nivel internacional, bien porque su hora pasó o bien porque son promesas que tienen mucho que aprender todavía.

A pesar de la juventud de la Copa del Mundo -esta es su decimosexta edición-, sus organizadores vienen detectando, desde hace algunas temporadas, un cierto desinterés entre los aficionados por la más importante competición de esquí alpino. Por esta razón se cambiaron los calendarios y reglamentos, beneficiando a los polivalentes, con lo cual se intentó crear una mayor competencia, a pesar de lo cual casi siempre suben los mismos al podium.

Igualmente, por ese motivo, se incorporó el eslálom paralelo, bastante más espectacular que los tradicionales.

Ahora se habla de reducir el número de pruebas en el calendario y volver a las grandes clásicas, y, sin embargo, esta temporada el número de carreras es elevado.

En su preocupación por dar mayor espectacularidad a la competición, lo que atraería público y firmas comerciales, han creado una nueva especialidad, el supergigante a una manga, que vendrá a sumarse a las tres disciplinas clásicas (descenso, gigante y eslálom especial), y se comenzará a correr oficialmente en la temporada 1982-1983.