Comienza la construcción de la pasarela sobre la Castellana para conectar el Bernabéu con el Palacio de Congresos

La construcción de la pasarela peatonal sobre el paseo de la Castellana que durante la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol, a celebrar en España el año que viene, unirá el estadio Santiago Bernabéu con el Palacio de Exposiciones y Congresos ha comenzado ya a ser construida. Con ello parece terminar una larga polémica sobre si la pasarela en cuestión debía ser instalada y sobre su futura utilización, aunque sigue sin ser decidido si una vez concluida la competición deportiva será trasladada a otro lugar o no.

El concurso convocado en su día por el Ayuntamiento para la construcción de la pasarela fue adjudicado a una empresa consultora de ingeniería, Herring, que, a su vez, subcontrató las obras a realizar con otras dos empresas, Sacop, para la cimentación y los acoples de la pasarela -obras que han comenzado ahora-, y Calfersa, para la ejecución de la estructura.Para la realización total de las obras, las empresas encargadas de la construcción disponen de un plazo de tiempo que concluye el día 14 del mes de enero del próximo año, toda vez que el sorteo de los partidos de la fase final del Mundial está previsto que sea el día 16 de ese mismo mes, en el mismo Palacio de Congresos.

La idea de construir la pasarela surgió como consecuencia de que la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid no aceptó, bajo ningún concepto, que el triángulo posterior del estadio Santiago Bernabéu, hoy ocupado por la piscina social del Real Madrid -club pronietarío de la instalación deportiva- y pocas instalaciones más, se convirtiera en el gran centro de Prensa y comunicaciones que la celebración del campeonato precisa. La razón para la negativa municipal se basaba en que el club futbolístico argüía, como fórmula económica para recuperar parte de la inversión que realizara, que, una vez concluido el Mundial, precisaba disponer libremente de los nuevos recintos que se crearan -en principio, con destino a televisión, radio, Prensa escrita y teléfonos- para convertirlos en locales comerciales que vendería o alquilaría según su conveniencia.

Solución a un problema real

Con la negativa municipal al proyecto en la mano, el Real Madrid planteó el problema que se le creaba de falta de infraestructura para satisfacer las necesidades derivadas del certamen deportivo. La solución ofrecida inmediatamente -apuntada, incluso, por el club blanco- fue la de poder utilizar el Palacio de Congresos, situado frente por frente del estadio. Pero para ello se hacía preciso que el estadio y el Palacio de Congresos quedaran unidos de alguna forma, para evitar que los periodistas y las personalidades que asistieran a los actos del campeonato a celebrar en el Bernabéu hubieran de cruzar el paseo de la Castellana al mismo nivel que los vehículos y esperando a que el semáforo les diera paso; en el caso de los periodistas, por comodidad; en el de las personalidades estaba prevista, ya entonces, la asistencia de la Reina de Inglaterra-, por razones obvias de seguridad.

La polémica surgió de inmediato. Las razones de los que estaban en contra de la construcción de la pasarela pasaban por la agresión que ésta supone para la perspectiva del paseo de la Castellana, una de las pocas que aún conserva un Madrid tan agredido urbanísticamente. Los partidarios de su instalación hablaban de su futura utilización, bien en el mismo lugar -para el paso de peatones entre una acera y otra del paseo-, bien en cualquier otro punto de la ciudad. Es más, aún hoy, cuando no está decidido si la pasarela permanecerá en el mismo sitio una vez concluido el Campeonato Mundial, Herring se ha comprometido por escrito a trasladarla -en el caso de que las autoridades municipales así lo decidieran- a una distancia máxima de cinco kilómetros, que hace pensar en la posibllidad de que su destino final pueda situarse en la autopista urbana de circunvalación de Madrid conocida como M-30.