Saporta quiere enfrentar a Coe y Ovett durante el Campeonato del Mundo de Fútbol
El duelo Coe-Ovett, que no se disputa desde los Juegos Olímpicos de Moscú, tiene posibilidades de efectuarse el próximo ano en España. Sería un acto más, quizá el más significado, con el Borg McEnroe, de toda la actividad que se desarrollará paralelamente al Mundial-82. Raimundo Saporta quiere ofrecer espectáculo y enfrentar a los dos atletas británicos lo sería.
Sebastian Coe, que estuvo hasta ayer en Madrid para recibir el galardón que concede anualmente la Unión de Periodistas Deportivos al mejor deportista mundial, estaría encantado. El dinero no sería problema: ni él pide tanto como se dice, ni la organización del Mundial-82 escatimaría un duro con tal de tener a ambos juntos.La Federación Británica de Atletismo tiene ya en su poder el ofrecimiento que se hace a Sebastian Coe y Steve Ovett para que se enfrenten el próximo año en España. Incluso se les ha sugerido una fecha, la del 16 de enero, que coincidiría con la celebración del sorteo para los partidos del Mundial. Raimundo Saporta, no obstante, prefiere que se enfrenten en junio, mientras se disputa el campeonato del mundo de fútbol, pero se encuentra con que en España no hay un estadio capaz de alojar a todos los espectadores que desearían presenciar el duelo. Hay que tener en cuenta que al duelo asistirían unos 8.000 invitados, incluidos los periodistas, y poco más tienen de capacidad los estadios existentes.
Coe no tendría inconveniente para competir en España. Ni siquiera tiene aún programada su próxima temporada, a excepción de la participación en los campeonatos europeos, que se celebrarán en Atenas durante el mes de septiembre. La cuestión económica no sería diferencia a tratar, pues ni él cobra un millón de pesetas por fijo de salida -a esta cantidad sólo se aproxima cuando percibe un "plus" por haber establecido un nuevo récord mundial-, ni a la organización del Mundial-82 la falta liquidez monetaria. Tampoco le importaría tener que correr contra Ovett, al que Coe califica como uno de los mejores atletas del mundo y de los que más han ayudado a que los topes humanos sigan rebajándose, pues nunca rehusa enfrentarse a su gran rival: "Cada uno programa su temporada como quiere -dice Coe- y, a veces, sólo a veces, los organizadores de las grandes reuniones internacionales nos proponen a ambos correr juntos. Yo nunca he declinado una invitación sólo porque fuera a tener a Ovett como rival. Y hay un ejemplo reciente: en la "milla de oro" de Bruselas nos invitaron a los dos y fue él quien se cayó del cartel".
Las "liebres"', el "doping" y el dinero
En todas las carreras de récord que protagonizan Coe y Ovett hay también un protagonista, generalmente anónimo: la liebre. A Coe no le proporciona ningún rubor que un atleta lance la carrera al ritmo necesario para que un segundo rebaje la marca. Para Coe, el mérito está en soportar más de la mitad de la carrera en solitario "porque yo no sólo aguanto el ritmo que me marca el conejo, como se le conoce en Inglaterra, y que, generalmente, se retira por el esfuerzo, sino que, luego, tengo incluso que aumentarlo, ya en solitario".
Además de la "liebre", el doping y el profesionalismo están también íntimamente ligados al atletismo de élite. El doping es calificado por Coe como el elemento más nocivo que haya podido llegar jamás al deporte. Cree en la superación del atleta por medios naturales, como es el entrenamiento -a los catorce años corría los 1.500 en 4.31'8-, y no teme a los controles antidoping "porque aunque en las reuniones internacionales no los hay, sí en las competiciones oficiales, donde jamás tuve problemas y en las que también demostré que estoy entre los mejores". Con respecto a la profesionalización del atletismo, no la justifica, pero sí está a favor de que se pague el esfuerzo del atleta: "Cuando no estoy en la Universidad, estoy entrenándome y como me falta tiempo para ésto, me levanto todos los días antes de las siete de la mañana. No tengo otra vida. Y ni siquiera novia, porque no podría dedicarla tiempo. Después de los Juegos Olímpicos de Los Angeles, donde pienso correr el 5.000, podré pensar en lo que ahora no puedo".
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