La IATA creará tarifas "charter" para favorecer la ocupación de los aviones
Las compañías aéreas que integran la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo), 111 en total, están dispuestas a dar la batalla comercial para evitar que las pérdidas sufridas durante 1980 (1.100 millones de dólares) y la previsión de déficit para 1982 (2.200 millones de dólares) hipoteque su supervivencia en el futuro. Con un nuevo orden de esquemas tarifarios y la aparición de nuevos productos confían los miembros de la IATA en salir del bache recesivo que ahora padecen.
ALONSOHace un mes, en Cannes (Francia), las compañías aéreas asociadas a la IATA se plantearon la forma de ocupar sus aviones - en la actualidad sólo se vende el 58%-60% de los asientos- y finalizar el ejercicio de 1983 con 1.200 millones de dólares de déficit.Todas las compañías suscribieron la idea de un nuevo orden de esquemas tarifarios. La sugerencia lanzada por algunos miembros de una vuelta a los acuerdos internacionales, sistema que se resquebrajó años atrás con la desregularización tarifaria realizada en las rutas del Atlántico norte, no pareció viable en opinión de algunos miembros. A pesar de ello, el próximo mes una comisión de la IATA comenzará a trabajar en este terreno.
Otro punto aceptado de forma unánime por las compañías fue el lanzamiento al mercado de nuevos productos en los vuelos continentales e intercontinentales. La filosofía que preside esta idea es la de crear nuevas calidades y precios para ocupar los asientos de los aviones.
En 1981 la situación tarifaria de la IATA, tomando la tarifa de la clase económica como punto de referencia y base cien, era la siguiente: la primera clase oscilaba entre 130 y 150; la club class, entre cien y 110; la clase económica, cien, y las tarifas de excursión, punto a punto, bloque o pex, entre ochenta y cincuenta.
En los vuelos europeos es clásico encontrar dos tarifas, la de primera clase y clase económica.
La tendencia a actual -Air France ya lo hace- es eliminar la primera clase y crear una intermedia entre aquélla y la clase económica. Esta modalidad -club class, bussines- ofrece, no obstante, facturación y espera independiente y comida de primera. Con la instalación de módulos móviles la compañía puede atender con rapidez y escasa dificultad las fluctuaciones de demanda de esos asientos.
En los vuelos intercontinentales se mantienen la primera clase y la clase económica, y se incorpora, como ya hace Lufthansa, la intermedia club class o bussines class. Con idéntica técnica la compañía puede hacer frente a las oscilaciones de la demanda.
Para la clase económica o turista las compañías estudian varías alternativas que situarían las tarifas en el marco de las de los vuelos charter, pero que obligarían a la aceptación del riesgo de no viajar, es decir, la compañía vendería el asiento en esas condiciones, y el comprador volaría siempre y cuando existiesen plazas libres en el avión.
Algunas compañías tienen ya muy adelantado el proyecto de incorporar las tarifas punto a punto, además de las versiones arriba mencionadas. Una compañía suramericana empezará a trabajar ese sistema tarifario con Francia, República Federal de Alemania y España a partir de mediados del próximo mes.
En resumen, lo que pretenden las compañías de la IATA es evitar la caída del mercado, elevar el porcentaje de ocupación y aprovechar, en definitiva, la capacidad total sin perder el ingreso medio.
Las perspectivas de Iberia
La compañía aérea de bandera española Iberia, que este año piensa reducir sustancialmente sus pérdidas respecto al ejercicio anterior, ve con buenos ojos la tendencia hacia la versatilidad comercial que se detecta en el seno de la IATA. La dirección baraja cartas comerciales que otras empresas no tienen.En un análisis de situación, Iberia cuenta, según la dirección, con circunstancias que permiten ver con cierto optimismo el futuro inmediato. Alrededor de diecisiete millones de turistas entran al año en España vía charter, mercado al que puede acceder . La financiación exterior de la compañía es del 60% al 62%, y todos los pronósticos aseguran una evidente baja del interés. Los incrementos salariales están marcados por el Acuerdo Nacional de Empleo, lo que posibilita una planificación de las partidas destinadas a gastos de personal. Y la compañía ha adoptado la política de no ampliar plantilla, sino cubrir los huecos que se producen por jubilaciones.
El precio del combustible, a tenor de lo pactado por los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), no es previsible que sufra incrementos brutales en el próximo año.
Iberia, por otra parte, tiene previsto lanzar comercialmente las denominadas "operaciones choque" (Madrid amigo, Barcelona stop), que consisten en ofrecer al pasajero, por la misma tarifa, la posibilidad de pasar una jornada en la ciudad, y operaciones regionales (Conocer Cataluña) que la compañía ofertará con tarifas promocionales en épocas de baja afluencia turística.
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