"De carne y hueso"
En absoluto trato de defender, ni tampoco de atacar, el contenido de algunos episodios de la serie de televisión "De carne y hueso", allá cada uno con sus juicios valorativos y moralizantes; ahora bien, sí me ha llamado la atención la reacción del senador centrista por Murcia Antonio Pérez Crespo, como representante de sectores rnás amplios sin duda alguna, que se rasga las vestiduras ante esos "reiterados y sistemáticos ataques contra instituciones básicas de la vida española, como la familia y el matrimonio", por estas y otras películas que TVE ha pasado últimamente, sobre todo respecto a sus connotaciones erótico-sexuales: tabú y vade retro.
Pero son estos mismos señores los que no gastan una sola gota de tinta en contra de la violencia que en otras muchísimas series se palpa y por supuesto contagia a nuestra situación social, en las cuales la exaltación de los asesinatos gratuitos es constante.
El amor, el acto sexual en sí, no es pecado; hablar de ello, sí. La muerte, por el contrario, de forma violenta está repudiada absolutamente en todas las culturas; hablar de ella, es decir, hacer películas, etcétera, a nadie escandaliza.
Pobres estrechas miras las de algunos padres de la patria./