UCD y AP imponen su mayoría para negar un referéndum sobre la OTAN

El Pleno del Congreso rechazó ayer las propuestas de la oposición para someter a referéndum el ingreso de España en la Alianza Atlántica y a realizar una consulta previa al Tribunal Constitucional en torno a esa iniciativa. Los votos combinados de Unión de Centro y de Coalición Democrática fueron suficientes para derrotar ambas iniciativas, después de que el propio presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, justificara la negativa al referéndum por la complejidad de la cuestión y porque supondría una dejación de responsabilidades por parte de la Cámara.

En el curso del debate, el portavoz socialista, Gregorio Peces-Barba, anunció que su partido presentará recurso de inconstitucionalidad tan pronto como se apruebe la autorización parlamentaria al Gobierno para adherirse a la OTAN, asunto que el PSOE puede plantear sin otro requisito que la firma de cincuenta diputados. Asimismo, miembros de este partido indicaron que próximamente convocarán una «gran manifestación pública en defensa de la paz», suscrita por organizaciones políticas, sindicales, culturales y humanitarias.El momento más candente de la discusión se produjo en la intervención del secretario general del PCE, Santiago Carrillo. Dirigiéndose a los bancos de UCD, el líder comunista preguntó: "¿Quiénes sois vosotros para meternos en la OTAN?", y recordó una y otra vez que el partido centrista puede quedar en sólo ochenta diputados en las próximas elecciones, según un artículo publicado recientemente por Emilio Attard, miembro de UCD. Concluyó su parlamento llamando al Gobierno «catastrófico» y culpándole de una ilegitimación que pasará a la historia.

A Carrillo le recordó Emilio Attard las crisis del partido comunista en Euskadi y Cataluña, y luego fue Felipe González quien solicitó al Gobierno que convoque un referéndum, anunciando acto seguido que, si no lo hace, el PSOE provocará una consulta popular sobre el tema «cuando llegue al poder».

Felipe González destacó la importancia del tema que se estaba debatiendo en base a razones de seguridad nacional y pidió una explicación del plan de defensa del Gobierno, al tiempo que aludía a los riesgos de poner en entredicho la integridad territorial española al entrar en la OTAN sin la breve solución al problema gibraltareño.

Calvo Sotelo contestó a estas peticiones con la aseveración de que no está decidido a convocar un referéndum, ni a aceptar presiones. Asimismo dijo que endosar a los ciudadanos una decisión importante y al mismo tiempo compleja sería una dejación de sus responsabilidades por parte de la Cámara, y agregó: «Antes que un derecho del pueblo a ser consultado, hay una obligación nuestra, como parlamentarios, de decidir».

La votación correspondiente alineó a los diputados de Unión de Centro Democrático, Coalición Democrática y al parlamentario Jesús Aizpún, de Unión del Pueblo Navarro, frente a socialistas, comunistas, andalucistas, minoría vasca y cuatro miembros del Grupo Mixto. Se abstuvieron la Minoría Catalana y los diputados Clavero y Gómez de las Roces,

Anteriormente a la discusión sobre el referéndum se había debatido la posibilidad de efectuar una consulta previa al Tribunal Constitucional. En este caso, la Minoría Catalana, por boca de Miguel Roca, anunció su abstención en torno al tema propuesto por la izquierda.

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