Convulsión en el PSUC ante el ascenso de la corriente prosoviética
La situación interna del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) vuelve a atravesar momentos extremadamente críticos, según reconocieron a este diario fuentes del propio comité ejecutivo. Este órgano de dirección, que cuenta con una mayoría de dirigentes adscritos a la corriente leninista, se reunió ayer tarde con carácter extraordinario para analizar la situación del partido, y, en particular, los últimos reveses que ha sufrido la política de integración propiciada por la ejecutiva.
La dirección del PSUC considera que esta política de integración, defendida por el secretario general, Francesc Frutos, desde el mismo momento en que se hizo con la dirección del partido, en el quinto congreso, celebrado el pasado mes de enero, ha fracasado prácticamente. La integración de prosoviéticos y eurocomunistas en los órganos de dirección de las distintas agrupaciones y organizaciones del partido ha sido propiciada por el ejecutivo del PSUC, en un intento de frenar las peticiones constantes por parte de los socialdemócratas o banderas blancas -y del propio Carrillo desde el PCE- para que se celebrase un congreso extraordinario. Carrillo y sus aliados confiaban en recuperar en este congreso el control del PSUC, perdido en el quinto congreso tras la ascensión de los prosoviéticos y el acceso a la dirección del partido de los leninistas, convertidos en una corriente bisagra.El último gran revés en la política de integración fue la celebración, el pasado fin de semana, de la VI conferencia comarcal del PSUC del Bajo Llobregat. En esta zona, el PSUC tiene su mayor implatación, debido a la concentración industrial que en ella se da. La conferencia se desarrolló en un clima de tensión. La comisión de candidaturas desoyó los requerimientos del ejecutivo y propuso una lista con veinticuatro nombres para un comité comarcal de veinte puestos. La conferencia votó a los dirigentes, y el resultado fue de diecinueve prosoviéticos, un eurocomunista -que dimitió inmediatamente- y cuatro hombres que quedaron fuera, todos ellos destacados miembros de la tendencia socialdemócrata o bandera blanca. Entre estos se encontraban Carlos Navales, dirígente sindical de CC OO, y Frederie Prieto, alcalde de Cornellá.
Los delegados socialdemócratas o banderas blancas abandonaron la conferencia antes de que finalizase, y manifestaron que no reconocerían sus resultados ni al nuevo comité comarcal salido de la misma.
Carrillo critica a Frutos
Por otra parte, Santiago Carrillo, en una reunión celebrada el pasado viernes en Madrid entre representantes del PCE y del PSUC, urgió a los dirigentes catalanes a que regularizaran la situación interna del partido. Carrillo, según fuentes de la dirección del PSUC, fue crítico hacia la política de integración seguida por Frutos y el comité ejecutivo para normalizar el colectivo comunista catalán. Expuso la gravedad que, a su entender, el permanente estado de enfrentamientos representaba para el caso de unas hipotéticas elecciones adelantadas y emplazó, una vez más, a los comunistas catalanes a instar la celebración de un congreso extraordinario.
Un destacado miembro de la ejecutiva del PSUC manifestó ayer a este diario, pocos momentos antes de iniciarse la reunión extraordinaria, que «la celebración de un congreso extraordinario es imparable. Lo piden los euros, los prosoviéticos», el lunes el comité comarcal del Vallés Occidental aprobó una resolución en este sentido, «y si la ejecutiva no recoge la petición puede parecer que los leninistas (mayoría en el actual comité ejecutivo) sólo queremos estar ahí para guardar nuestro puesto o cargo personal, lo cual no es el caso de ninguno de nosotros». La citada fuente ponía como ejemplo que el estado de división en el partido era evidente. «Vamos», dijo, «hacia una exacerbación de los ánimos. La situación, de continuar así, puede acabar con un conflicto a la manera del planteado en el Partido Comunista vasco ».
Por otra parte, tras la celebración del quinto congreso, tanto la tendencia que hace bandera del eurocomunismo como los denominados prosoviéticos, han proliferado en actitudes que han sido objeto de sanciones y expulsiones del propio partido.
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