_
_
_
_
_
Consecuencias de las elecciones gallegas

AP, dispuesta a pactar "sin condiciones" con UCD

Alianza Popular (AP), tras su reciente victoria electoral en Galicia está dispuesta a pactar con UCD la formación de una mayoría natural en el Parlamento autónomo «sin condiciones ni contrapartidas» según declaró ayer a EL PAIS el secretario general, Jorge Verstrynge. Esta mayoría natural consistiría en la unión de las dos fuerzas hegemónicas regionales, AP y UCD, para gobernar de manera estable y en base a un programa de actuación común. Jorge Verstrynge añadió que la experiencia gallega podría ser un primer paso de cara a la aplicación de esta misma fórmula política en el Parlamento nacional.El presidente de AP, Manuel Fraga, estaba ayer, lógicamente, eufórico. A pesar del cansancio provocado por la vigilia de la noche electoral, Fraga estaba a primera hora de ayer en su despacho de Madrid y, entre referencias al «licor de más de cien años» que se ha traido de su tierra y multitud de anécdotas vividas durante los últimos días, aseguraba que las elecciones gallegas han demostrado que «los papeles que se nos asignaron a cada uno tras las primeras elecciones generales» han cambiado; que la presunción de que los socialistas iban a barrer, tal y como lo han hecho en Francia y Grecia, es falsa; que la «extrema izquierda y el comunismo» han quedado laminadas en las cuatro provincias gallegas, y que UCD no ha conseguido un buen resultado, «pese a haber empleado durante la campaña métodos burocrático-caciquiles-enchufísticos».

«Alianza si que ha entendido lo que significa la palabra popular», dijo Manuel Fraga. «Nosotros hemos ido a las aldeas, a los pueblos, y a las pedanías. Hemos estrechado miles de manos callosas, las manos de los campesinos, y hemos visto sus problemas prácticamente en el interior de sus casas».

Manuel Fraga, tras repetir que a última hora de la mañana las elecciones gallegas evidencian que «las autonomías pueden funcionar muy bien sin los partidos nacionalistas», se fue a comer a su casa con su familia; se recuperó convenientemente con una siesta de tres horas y regresó a su despachó para esperar tranquilamente la llamada del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, a quien ofrecerá, una vez más, aunque en esta ocasión desde una posición más fuerte, su propuesta de formación de la mayoría natural.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_