Vía libre a la coalición y propuestas para disciplinar la gestión municipal
Las propuestas políticas presentadas al 29º Congreso son profundamente distintas a las de anteriores congresos. Se deja vía libre a la posibilidad de coaliciones con otros partidos «para estabilizar la democracia», no se mencionan apenas las cuestiones ideológicas y se advierte un decidido propósito de mejorar y profesionalizar la gestión municipal, con nuevas propuestas en materia disciplinaria, redactadas antes del caso Alonso Puerta, ex teniente de alcalde de Madrid.
Cinco de las ocho provincias andaluzas coinciden en definir el socialismo como «un proyecto de felicidad para el hombre» -más modestamente, la federación de Granada ha corregido: un proyecto de emancipación para el hombre-, y a partir de ahí constata que «los ciudadanos de la sociedad desarrollada se encuentran, en su mayoría, solos, infelices y sumisos». Surgen así movimientos ecologistas, feministas, autonomistas, antinucleares y «radicales en general». ¿Cuál es la solución? Para los redactores de la ponencia la respuesta es obvia: «La tarea de los socialistas ha de consistir en el logro de la integración de todos esos dispersos movimientos sociales en un fuerte y unido movimiento socialista», dado que «el proyecto socialista será realidad con el apoyo de la gran mayoría, o no será».En materia de alianzas, la ponencia andaluza establece que se desarrollará una política autónoma e independiente, pero «en estos momentos históricos el PSOE entiende que es necesario un esfuerzo intenso de colaboración entre todas las fuerzas políticas, con el fin de consolidar la democracia y superar la crisis económica. Cualquier colaboración temporal con otras fuerzas políticas deberá ser sometida y aprobada por el Comité Federal del partido».
Adiós, marxismo, adiós
Esta vez, sí: la discutida palabra marxismo está a punto de desaparecer definitivamente en los textos congresuales del PSOE. La ponencia presentada por Madrid es la única en que se sugiere el mantenimiento del término, en el sentido de que «el PSOE asume el marxismo como instrumento teórico, no dogmático, para el análisis y la transformación de la sociedad». Pero esa parte es la que tiene menores posibilidades de prosperar. En algún otro texto, como el de la federación de Asturias, aparecen referencias a la conveniencia de reafirmar la línea ideológica y estratégica trazada en el Congreso Extraordinario de 1979, y los demás no mencionan la cuestión ideológica, que fue el símbolo de los enfrentamientos de aquel período.El citado texto madrileño formula también una propuesta sobre alianzas que tiende a no cerrar posibilidades a futuras coaliciones. Según la citada ponencia, la oferta realizada por el PSOE desde febrero pasado para constituir un Gobierno de amplia base social «no puede considerarse coyuntural, sino que constituye una nueva actitud del partido, fruto de las actuales circunstancias políticas».
Disciplinar la gestión municipal
Desde el punto de vista municipal -muy actual en estos momentos-, varias ponencias diseñan un modelo en que se tiende a profesionalizar la gestión municipal, disciplinar al máximo a los grupos de concejales y someterles al control de los comités del partido, mantener la elección del alcalde por los concejales, limitar la participación vecinal a unos órganos consultivos de barrio o de distrito e incrementar los impuestos en ciertos casos. Hay alguna otra en que se critica con dureza la gestión de la ejecutiva en esa materia.Llama la atención la insistencia en nuevas fórmulas disciplinarias. Un cierto número de provincias (Sevilla entre ellas) plantean la posibilidad de que el Comité Federal, máximo órgano del partido entre congresos, pueda destituir a cualquier cargo municipal por razones políticas. Este mecanismo de juicio político se sumaría al ya existente de la llamada comisión de conflictos, por el cual ésta puede apartar a cualquier militante de su cargo público a través de procedimientos disciplinarios.
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