Rechazada la demanda de los hermanos Foerster

Un tribunal de la ciudad de Berna (Suiza) rechazó la demanda del equipo alemán Stuttgart, que había recurrido a la justicia civil para levantar una sanción impuesta por la Unión Europea de Fútbol (UEFA) a sus dos defensas internacionales, los hermanos Karl-Heinz y Bernd Foerster.En un partido de la copa de la UEFA de la temporada pasada, uno de los hermanos Foerster recibió una tarjeta amarilla en un partido. En un lance del juego, el árbitro le sacó la segunda tarjeta, pero en el barullo organizado, los jugadores consiguieron confundir al árbitro, que anotó el número del otro hermano Foerster.

Con este truco, el Stuttgart consiguió evitar una expulsión, pero la UEFA tomó cartas en el asunto e impuso varios partidos de sanción a los hermanos Foerster por conducta antideportiva. Después de agotar todos los recursos en el ámbito deportivo, el Stuttgart decidió acudir a los tribunales ordinarios y presentó ante un tribunal de Berna una demanda contra la UEFA, en la que solicitaba que los jueces autorizasen la alineación de los defensas internacionales en el partido de copa de la UEFA de ayer, contra el equipo yugoslavo Hajduk Split.

Recurso del club

El tribunal suizo falló en contra de la demanda del Stuttgart, lo que no dejó contentos a los directivos del club, que anunciaron ya su intención de recurrir contra la decisión judicial.Inmediatamente, un segundo tribunal se ocupó ayer mismo del recurso de urgencia presentado por el Stuttgart y corroboró la sentencia del primero, de no permitir que jugasen los futbolistas sancionados por la UEFA.

El tribunal de apelación falló que las sentencias acordadas por la UEFA de tres partidos de sanción están basadas en transgresiones de las reglas del juego y, por ese motivo, los tribunales civiles suizos se declararon incompetentes en el tema. Además, advirtió el segundo tribunal en la sentencia, el Stuttgart esperó demasiado tiempo para presentar la demanda. La pretensión del equipo alemán de alinear ayer a los dos futbolistas sancionados era demasiado evidente, y así lo consideró la justicia suiza, que evitó con ese fallo intervenir decisivamente en las alineaciones de un equipo.