Amplia derrota de los "críticos" en el Consejo Político de UCD

El consejo político de unión de centro democrático (UCD) aprobó ayer, tras tres horas de debate, el proyecto de resolución presentado por el comité ejecutivo y conocido como documento de integración, por 175 votos a favor, ninguno en contra y veinte abstenciones. Estas provinieron fundamentalmente de miembros de la plataforma moderada y algunos liberales. Estos no contaron con el apoyo del presidente del congreso, Landelino Lavilla, que asistió, pero no intervino, ni del presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, que no estuvo en la reunión.

El grupo que al final se abstuvo intentó introducir en la resolución un nuevo párrafo que proponía la renovación de todos los órganos de dirección, a todos los niveles, por consenso y bajo el arbitraje precisamente de Calvo Sotelo. La enmienda fue rechazada porque suponía una reforma de los estatutos que es competencia del congreso del partido y no del Consejo Político, y porque el ejecutivo alegó que se trataba de aceptar o no, en bloque, el proyecto de resolución.Landelino Lavilla, a quien se había atribuido la intención de defender las tesis críticas, abandonó la reunión antes de su final, explicando que tenía que asistir a la cena con el presidente de la República Federal de Alemania. La propuesta fue defendida por Juan Antonio Gómez Angulo, cuya intervención, según versiones de una y otra parte, contribuyó más al voto positivo a la resolución que al contrario, aunque también se apuntó que una intervención de Rafael Arias Salgado dio resultados también contraproducentes en sentido inverso.

El grupo liberal se dividió por completo, ya que mientras Antonio Fontán -comprometido por su propia intervención-, Joaquín Muñoz Peirats, Luis Miguel Enciso y otros se abstenían en la votación final, otros, como Soledad Becerril, Ignacio Camuñas y Alfonso Soriano, votaron a favor, mientras Eduardo Merigó no votó por estar fuera de la sala, y Eduardo Punset dejó la reunión antes de su final.

También se abstuvieron los miembros de la plataforma moderada Miguel Herrero, Emilio Attard, Manuel Fraile, Luis de Grandes y el citado Gómez Angulo. Este grupo se reunió en el almuerzo para estudiar el comportamiento a seguir en el Consejo.

El grupo socialdemócrata se mantuvo unido en la tesis de que el documento no sirve de gran cosa, pero lo votaron favorablemente y delegaron en Luis González Seara para que éste advirtiera en una intervención que si UCD se convierte en un partido de derecha, abandonando su programa y su espíritu fundacional de 1977, nadie tendría que decir a los socialdemócratas que se marchasen, porque se irían por su propia iniciativa. Francisco Fernández Ordóñez no intervino, pero antes de la reunión fijó con González Seara la estrategia a seguir.

También causó expectación la intervención de Rodolfo Martín Villa, que fue calificada por algunos asistentes como «el tumo a favor más en contra que se ha visto ». El ministro de Administración Territorial sostuvo la idea de que la resolución tendría poco efecto, pero defendió el voto favorable.

El grupo suarista, mayoritario en la ejecutiva, aunque defendió tajantemente la necesidad de aprobar la resolución, se acercó en cierto modo a las tesis de los reticentes, admitiendo que este documento es sólo un primer paso para un proceso de integración «amplio, complejo, continuo e ilusionado», en palabras del secretario general, Rafael Calvo.

Este consideró positiva la reafirmación por González Seara de la idea de centro, «en lo que estamos todos», y manifestó a los informadores que aunque algunos de los puntos pudieran estar ya contenidos en los estatutos. debían ser reafirmados por el Consejo Político, ya que su simple invocación podía no, ser suficiente.

Por su parte, el presidente del partido, Agustín Rodríguez Sahagún, dijo que el debate demuestra la voluntad de integración en todos los que habían intervenido; recalcó que el centro se mantiene fiel a sus orígenes y abierto a todos, y coincidió en que la resolución es un primer paso en un proceso más amplio, entre el que citó otras medidas ya tomadas, como la recomendación a los comités provinciales para que en su seno se sienten los parlamentarios, con voz, aunque sin voto, como prevén los estatutos.