El síndrome de no vender
Los mercados de valores nacionales volvieron a experimentar un comportamiento casi uniformemente negativo, en el que una vez más destacó la moderación de los vendedores.A pesar de que las posturas compradoras hace ya varias reuniones que mostraron una posición claramente defensiva actuando con tremenda discreción sobre valores concretos, las ventas no han incidido, como hubiese sido de esperar en circunstancias normales sobre los parqués de forma determinante
Dentro de este panorama, el mercado bilbaíno fue el único que apuntó síntomas de recuperación, con su índice general avanzan do 46 centésimas, y persistiendo alguna de manda selectiva al cierre. Es posible que la supersensible Bolsa de Bilbao haya vuelto a
adelantarse al resto de los mercados en una recuperación políticamente muy recomen dable tras «el debate parlamentario de la colza», Y no excesivamente difícil de producir, contando con la benévola aquiescencia de los principales interesados en el negocio bursátil.
Sectorialmente volvieron a ser los bancos quienes mayores muestras dieron de su interés por terminar con el actual bache. Sus saldo vendedores se redujeron notablemente, e incluso el Santander se permitió presenta una mayoría de órdenes compradoras. Por su parte, el Exterior inició su ampliación de capital, dando muestras de un tremendo conservadurismo, e iniciando la andadura de sus cupones tan barato como le fue posible. El resto del mercado acusó la escasez de demanda, pero sin mostrar síntomas de agobios vendedores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.