"La CEOE no presentará candidatos a las próximas elecciones", según José María Cuevas

La CEOE respondió ayer, a través de su secretario general, a las críticas que desde el pasado miércoles está recibiendo de la mayoría de las fuerzas económicas y políticas del país, por lo que consideran excesivo intervencionismo político de la patronal. Su secretario general, José María Cuevas, declaró ayer en Santa Cruz de Tenerife, según informa Carmelo Martín, que «la CEOE no pretende convertirse en un partido político ni presentar candidatos a las próximas elecciones, sino tener, a partir de ahora, una mayor presencia pública y dar a conocer su opinión en momentos claves para la vida del país».

Cuevas señaló expresamente que las críticas que la CEOE hace a UCD en el discurso de Ferrer Salat, «ponen a salvo al presidente del Gobierno, Calvo Sotelo», al que calificó como «el mayor capital político de UCD». Esta actitud de salvaguardar permanentemente a Calvo Sotelo es el dato más utilizado por quienes entienden que el discurso de Ferrer fue la punta del iceberg del apoyo empresarial a la «operación Calvo Sotelo», consistente en potenciar dentro de UCD a la plataforma moderada y a los sectores liberales (a los que se añadirían los existentes fuera del partido en el Gobierno), en detrimento de socialdemócratas y suaristas, verdaderas bichas de los actuales dirigentes empresariales.

La financiación centrista

En el aparato del partido en el Gobierno temen menos el llamamiento a los empresarios, a que se movilicen en las próximas elecciones legislativas (pues ello, además, debilita también al partido de la oposición), que la posibilidad de que a través de la CEOE se canalicen los flujos financieros necesarios para hacer la campaña electoral y mantener al partido. En esta operación, («que hoy parece maquiavélica, pero que quizá dentro de unos días tenga más transparencia por su mayor madurez», según un militante socialdemócrata destacado de UCD), jugarían un papelde primerísima importancia José Antonio Segurado y Alfredo Molinas, ascendidos en las últimas elecciones en la patronal a vicepresidentes. Segurado y Molinas, presidentes de la patronal madrileña y catalanas, y por tanto, «pegados al terreno» de los empresarios más significativos del país, serían los «liberados» de la CEOE para conseguir y distribuir el dinero necesario para consolidar económicamente la «Operación Calvo Sotelo» dentro de UCD.

Las únicas declaraciones oficiales que UCD ha hecho sobre el discurso de Carlos Ferrer han sido las de Rafael Calvo Ortega, secretario general del partido, a Radio Nacional, y la de José Ramón Caso, secretario ejecutivo de organización, a RTVE. Calvo Ortega se defendió de la acusación de incoherencia, afirmando que en UCD hay una ideología de síntesis, que puede ser compartida por liberales, democristianos, y también por quienes creen en el papel del Estado como corrector de desigualdades. Por su parte, Caso recordó que ya era conocida, por reiterada, la opinión de Ferrer y explicó que son los militantes de UCD los que tienen que decidir la ideología del partido, y no fuerzas ajenas a él. Sigue siendo imprescindible conocer la opinión de Rodríguez Sahagún, que antes de ser presidente del partido en el Gobierno y miembro de algunos Gobiernos Suárez, fue dirigente y fundador de la CEOE. Sahagún permanece en el mutismo.