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La isla neoyorquina de Manhattan vuelve a sufrir un apagón

La parte sur de la populosa isla de Manhattan, en Nueva York, volvió a sufrir durante cuatro horas de la tarde del miércoles pasado, el temor a un caos, debido a un corte de fluido eléctrico provocado por una explosión en un generador, que afectó principalmente a la zona de Wall Street, la calle de las finanzas, y las sedes de importantes oficinas, media hora antes de que cerrasen sus puertas.

Los recuerdos de la trágica noche del 13 de julio de 1977, en la que los detenidos se contaron por miles, los saqueos por centenares y los heridos por decenas, volvieron a las mentes de los neoyorquinos. Afortunadamente, la avería del miércoles duró solamente cuatro horas, durante las que hubo aún luz solar. El incidente se saldó con el susto para las personas que quedaron aprisionadas en los ascensores o bloqueadas en el metro, y el fastidio de los miles de personas que dentro de sus automóviles tuvieron que afrontar un embotellamiento colosal, así como las incoveniencias para muchos trabajadores que tuvieron que regresar a pie a sus casas.

En prevención de actos de piratería y pillaje, cómo los que se cometieron en pasadas ocasiones, inmediatamente después del apagón, el sur de Manhattan fue declarado en estado de urgencia y se movilizaron unidades especiales de la policía para vigilar la zona. En general, los neoyorquinos acogieron de buen humor este apagón, a pesar de que innumerables cafeterías optaron por cerrar sus puertas, como medida de seguridad.

Nueva York, una ciudad monstruo de más de doce millones de habitantes, está a la cabeza entre las grandes metrópolis del planeta que sufren apagones con mayor asiduidad. Uno de los más espectaculares se registró el 9 de noviembre de 1965, que afectó a unos treinta millones de personas en varios Estados y provocó un sensible aumento de la natalidad nueve meses después. La situación no fue tan amable el 13 de julio de 1977, cuando miles de personas, especialmente de los barrios pobres del Bronx, Harlem y el West Side, se lanzaron a las calles, protegidos por la noche, para desvalijar todo tipo de tiendas. En aquella ocasión un rayo ocasionó una noche de terror que en un momento dejó sin efectividad el refuerzo policial, 75 agentes fueron heridos, y las medidas de urgencia. La ciudad fue declarada zona de desastre con unas pérdidas de más de mil millones de dólares. Con anterioridad, las autoridades habían declarado que el apagón de 1965 no se repetiría "porque se habían tomado las medidas necesarias".

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