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Vana negociación "in extremis" de Jesús Hermida para desconvocar la huelga

La huelga de futbolistas no se desconvocó ayer. La reunión mantenida entre los representantes de los clubes y de los futbolistas ayer, en locales de la Federación, lejos de resolver las cosas, las complicó aún más. La Federación anunció a la AFE que la supresión de la norma de los sub-20 habría de ser refrendada en asamblea a celebrar en octubre, lo que los jugadores rechazan, aunque posteriormente, en la negociación de Jesús Hermida con Quino y Alfonso, el primero recibió una carta de Pablo Porta en la que empeiíaba su palabra para tratar de abolir la obligatoriedad de la nonna sub-20. La AFE no desconvocó la huelga al desconfiar de una nueva promesa del presidente de la Federación Española de Fútbol. El comité de huelga quedó ayer reunido a partir de las dos de la madrugada para estudiar la situación.

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No se fían

Un «error de transcripción» federativo del acta de los iniciales acuerdos que estuvieron a punto de concretarse el martes fue el preludio de la desconfianza posterior y del desacuerdo en varios puntos suscitados en la larga reunión del miércoles y que impidieron una desconvocatoria de huelga sobre la que veinticuatro horas antes existían previsiones optimistas. En la comisión de clubes, José Luis Núñez, presidente del Barcelona, cree que algunos de sus compañeros tienen celos de él, por ser quien lleva la voz cantante.Los representantes de los futbolistas comenzaron la reunión señalando que en torno a la normativa sub-20 -cuya obligatoriedad desapareció en Segunda- el pacto privado suscrito por los presidentes de Segunda B para mantenerla no tendría por qué ser supervisado para sancionar por la Federación, tal como señaló EL PAÍS el miércoles. Contra un acuerdo privado la AFE no puede esgrimir nada; pero si la Federación interviene, la situación de obligatoriedad seguiría igual y lo privado pasaría a convertirse en norma.

Al margen se señaló que en los acuerdos iniciales de la reunión de presidentes de Tercera la alsolición de la polémica normativa sub-20 «podría ser traspasable a Tercera». Al indicar que esto no era así los representantes de los clubes, se pidió el acta de dicha reunión. Núñez, presidente del Barcelona, comenzó a leerla. La nota acababa así: «Abolición de la norma en Segunda y traspasable a Tercera». Los de la AFE sentencian que tienen razón. Irigoyen, presidente del Cádiz, dice que no, que no es así. Irigoyen sale unos minutos de la reunión y vuelve con la nota, con algunas tachaduras, y diciendo: «Lo tachado no vale, de verdad; creedme que ha sido un error de transcripción por parte de la secretaria, que se ha equivocado».

El segundo punto discordante -se había llegado a un acuerdo en el tema del pago de las deudas a través del crédito bancario solicitado por la Federación, y avalado por los clubes a cuenta de los futuros ingresos por televisión- fue el del fondo de garantía. El acuerdo casi firmado, al que se llegó el martes, aludía a la creación, antes del 30 de junio de 1982, de dicho fondo, que ya había sido firmado e incumplido por la Federación el 11 de noviembre de 1980. Sin embargo, Jesús Samper, abogado federativo, indica que ello no es así tampoco. Que ha debido producirse otro malentendido y que, en resumen, se trataría de lo siguiente: «Se establece la posibilidad de creación de un fondo de garantía salarial que pueda servir para el cobro de los emolumentos que sean impagados a los jugadores por sus clubes, cuyo estudio tendrá que quedar terminado antes del 30 de junio de 1982, aunque para ver, una vez estudiado, si es posible su aplicación para la próxima temporada». Losiugadores se sienten engañados, opinión que se acrecienta al indicar Montes Cabeza, presidente del Sevilla, que se había incorporado hacia las nueve a la reunión, lo contrario a lo especificado por Samper.

Respecto a la participación de los jugadores en publicidad y televisión, se señaló que las negociaciones deberían ser directamente entre clubes y jugadores, mientras la AFE creyó entender la promesa de que se estudiaría el tema en una comisión. Tampoco hubo acuerdo en cuanto a la prometida creación de otra comisión mixta que sirviera de seguimiento, vigilancia y control de los presupuestos de los clubes, para advertir los problemas que podrían derivarse de una mala gestión en este sentido. El miércoles se dijo que no también a esta com isión. En lo que, al parecer, sí hubo principio de acuerdo, al marge.n del tema económico, fue en que los jugadores profesionales con contrato en vigor puedanjugar y se diligencien sus fichas, aunque pertenezcan a clubes morosos. Los nuevos profesionales, o los que están como retenidos, no podrían jugar hasta que el club saldara sus deudas con la comisión de televisión, a través de la cual se solicitará el crédito bancario.

Intervención del Consejo Superior de Deportes y promesa de Porta

Al romperse las negociaciones, Jesús Hermida, junto con López Amor y Pedro Porras, se reunió con Quino y Alfonso en el Consejo Superior de Deportes. Esta negociación in extremis del secretario de Estado comenzó a las 20.35 horas y terminó cinco horas más tarde sin resultados satisfactorios. Durante las conversaciones hubo contactos directos con la Federación Española de Fútbol, donde se encontraba Pablo Porta con la comisión de presidentes de clubes, y con la AFE, en donde estaban varios miembros del comité de huelga.

La solución al conflicto pareció vislumbrarse a través de una carta que llegó al Consejo Superior de Deportes desde la Federación Española de Fútbol. A las 23.50 horas, EL PAÍS tuvo acceso a su contenido; en el texto, Porta aseguraba a Hermida que el martes próximo, en una reunión de presidentes, «propondrá y defenderá la abolición de la obligatoriedad de la aplicación de la norma -referida a la sub-20- a partir de la presente temporada, dejando, en consecuencia, en libertad a los clubes para la libre aplicación de los jugadores de sus correspondientes plantillas. Espero que con el empeño de mi palabraen tal cuestión se dará una solución definitiva a la huelga planteada por los jugadores». Porta esgrimía como condición a todo lo expuesto que se desconvocara la huelga, y más tarde exponía sobre el fondo de garantía: «La comisión AFE-clubes iniciará un estudio sobre la creación de un fondo de garantía salarial. Este estudio se acabará antes del 30 de junio de 1982. Terminado este plazo se pondrá en vigor el resultado del estudio».

En la AFE hubo dudas sobre la desconvocatoria de la huelga, pero ésta continuó al estimar que no tenían otra vez más que promesas, de las cuales ya desconfían, aunque esta vez se hicieran ante Jesús Hermida. De cualquier manera, no se garantizaba que la gestión de Porta el próximo martes con los presidentes tuviera éxito. A la no desconvocatoria de la haelga también influyó la exigencia de José Luis Núñez en torno a que la AFE firmara una cláusula por la que renunciaba a cualquier medida de presión.

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