Nos han robado un periódico
Ásí, casi en la madrugada, en el pleno y solitario mes de agosto, los camiones-grúa procedieron al desmantelamiento del heróico, entrañable, histórico, querido periódico Informaciones.Las linotipias, que tantas buenas noticias compusieron en el plomo de la madrugada, salen por los aires a través del muro destruido de la fachada de la calle de San Roque. Catorce linotipias, que fundieron en líneas, iguales y compactas las crónicas del Tebib Arrumi, los artículos de Víctor de la Serna, los reportajes de Tico Medina, las críticas de nuestro entrañable Alfonso Sánchez, la libertad democrática de tantas y tantas firmas que por su redacción pasaron, salieron el pasado miércoles hacia el desguace, valoradas en 460.000 pesetas, cotización que tal vez no tenían en 1922, cuando don Leopoldo Romeo fundó el que fuera decano de la Prensa vespertina madrileña.
La trágala de una gestión empresarial más que desdichada ha llevado a nuestro inolvidable colega a la desaparición, al desmantelamiento y al silencio. Tantas tardes periodísticas de nervios, tantas madrugadas de ajuste, tantas mañanas de trabajo salen por un muro roto en el silencio ya eterno de la vieja linotipia.
Nos corre por el espinazo el estremecimiento de la desesperanza. Cuando un periódico, un excelente periódico (universidad de la noticia lo ha bautizado un compañero), muere, algo de todos nosotros muere con él. Informaciones, que tan callada y denodadamente luchó por la venida de nuestra democracia, ha sido falseado, traicionado y mal vendido, ahora que la democracia por la que luchó está entre nosotros. Hoja del Lunes, con estas líneas, manifiesta su protesta y su dolor.(...)
24 de agosto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.