Blokhine: "Aspiro a jugar mi único mundial en España

Oleg Blokhine, de veintiocho años, máxima estrella del fútbol soviético y una de las grandes figuras europeas, quiere jugar el Mundial-82. «En España puedo tener la única oportunidad de mi carrera deportiva de jugar un Mundial».Pese a su categoría, Blokhine no ha podido actuar en ninguno, e intenta ahora que la URSS se clasifique, aunque lo tiene difícil en su grupo. En menos de siete días, el jugador del Dinamo de Kiev ha marcado cuatro goles al Atlético. Su zurda sigue siendo de oro, y su futuro está en la carrera de Derecho.

Blokhine volvió a demostrar en el Trofeo Teresa Herrera que es uno de los pocos delanteros geniales que quedan en el fútbol mundial. Un dribling seco, rapidez en sus acciones, un magnífico cambio de ritmo, desmarque y precisión en el remate son sus máximas cualidades. Aunque sólo marcó un gol, éste fue decisivo en el partido final del torneo coruñés ante el Atlético -con la selección había marcado otros tres a los rojiblancos una semana antes en Moscú-. La inspiración de Aguinaga evitó que el jugador del Dinamo de Kiev consiguiera otros dos o tres más.Con veintiocho años, Blokhine no ha jugado ningún Mundial. «Mi máxima aspiración deportiva es estar en España el próximo año con mi país. Puede ser mi única oportunidad. No sé si la actual selección de la URSS es la mejor de los últimos años. Si nos clasificamos, y espero que así sea, podré afirmar eso con rotundidad». En cualquier caso, el camino de la URSS hacia el España-82 no está fácil. En su grupo de clasificación manda País de Gales, con nueve puntos de cinco encuentros jugados. A continuación figura Checoslovaquia (seis puntos en cuatro partidos), la Unión Soviética,(cinco en tres), Islandia (dos en cinco) y Turquía (cero en cinco). La ventaja para Blokhine y los suyos radica en el hecho de que deberán recibir en casa a País de Gales y Checoslovaquia, mientras que estos dos últimos países se enfrentarán entre si.

Blokhine ha estado ya en España otras seis o siete veces. Asegura que le gusta el país: «Madrid y Valladolid, sobre todo», y que conoce el fútbol español. «Admiro la forma de manejar el balón de los países latinos, y he podido comprobar la dureza de sus marcadores. Ruiz, que me ha marcado las dos últimas veces, es un buen jugador. El mejor de los que he conocido ha sido Cruyff. Actualmente, parece que es Rummenigge y también Maradona. A Quini le he visto algo bajo, pero se que es un gran goleador, y también conozco la historia de su secuestro».

Blokhine se considera «uno de los deportistas más populares de la URSS, porque el fútbol tiene allí mayor afición que otros deportes». Ya ha superado la marca de 142 goles con la selección, que estaba en poder de Ponomarev. Admite que algún equipo español, «quizá el Madrid», ha podido interesarse por sus servicios, pero es consciente de que «jugando como titular en la selección no es probable que pudiera irme a otro país». No quiere contestar a la pregunta de cuánto podría costar, porque «eso es cosa de los periodistas y de mi propio club», pero sonríe cuando se le dice que su precio superaría los cien millones de pesetas.

Casado con una gimnasta soviética, Irina Deriuguina, el jugador del Dinamo encarrila ya su futuro en dos vías. «Cuando deje el fútbol puedo ser entrenador, y también estudio la carrera de Derecho. Me quedan dos años para acabar». En 1976 logró el título de mejor jugador europeo, aunque posteriormente ha atravesado una especie de caída en sus actuaciones, que él achaca al hecho de que «al no clasificarse mi país para campeonatos importantes, es lógico que no se hable tampoco de mí. Creo que la selección de la URSS debería jugar algunos partidos más en países europeos, contra rivales fuertes. Frente al Atlético y el Barcelona se ha demostrado que el fútbol soviético está en buen nivel en estos momentos. ¿Mi sucesor? Hay buenos jugadores; quizá Kipuani, Dassaev o Pisonov».