Campaña de información para los emigrantes portugueses
Todos los años, coincidiendo con las vacaciones estivales, las dos principales carreteras que atraviesan la provincia de Burgos, N-I y N-620, se ven atestadas de tráfico. La mayor parte de los vehículos llevan matrícula extranjera, y un gran porcentaje de sus ocupantes son súbditos portugueses, trabajadores en Francia, Alemania, Bélgica, Noruega o cualquier otro país europeo, que regresan a su país por unos días. Las largas distancias recorridas, las ganas de llegar y, a menudo, una situación económica no muy boyante hacen que muchas veces, al llegar a esta altura de su viaje, vayan como drogados por el cansancio. Algunos llevan hasta diecisiete horas de volante continuadas, casi no han parado más que lo justo para comer un bocado o echar una cabezadita, y los accidentes se multiplican. Todos los años, la mayoría de los accidentes que se producen en las dos mencionadas carreteras están protagonizados por portugueses, ocasionando un alto balance de muertos y heridos, muchas veces familias enteras.Aparte de los accidentes, otro problema ha venido a agudizar el difícil tránsito de los portugueses, y es la cuestión de seguridad. En los últimos meses se han producido muchos robos, de los que ellos han sido víctimas. Los viajeros portugueses utilizan normalmente la orilla de la carretera para comer o dormir; la imagen de coches atestados de personas y objetos, aparcados al lado de la carretera o junto a una fuente del camino, es algo habitual en estos meses en las carreteras de Burgos. Conocedores de este hecho, algunos desaprensivos han violentado varios coches, rompiendo la luna de delante, y se han llevado varios bolsos con todo el dinero y documentos.
Para paliar estos problemas, los dos Gobiernos, portugués y español, a través de Tráfico y Turismo, han organizado una campaña de seguridad vial en favor de los inmigrantes portugueses que circulan por las carreteras españolas.
La campaña, de momento con carácter experimental, pero que en años próximos se verá ampliada, consta fundamentalmente de la instalación de unos puestos de información atendidos por funcionarios lusitanos y españoles y de zonas protegidas para que el viajero pueda descansar o pernoctar con seguridad.
De momento se han instalado dos puestos, ambos en la N-620, que va de Burgos a Portugal, pasando por Valladolid y Salamanca. El primer puesto está en Burgos., y el segundo, en Tordesillas (Valladolid).
El de Burgos se encuentra a la salida de la capital, en la carretera de Valladolid, en unos terrenos propiedad del Colegio Universitario. Allí, desde el 30 de junio hasta el 5 de agosto, está instalado un furgón y un puesto de información, donde cuatro funcionarios portugueses y dos españoles contestan a todas las preguntas del viajero.
«El éxito del plan ha sido indudable. Solamente en estos dos últimos días hemos atendido a más de 140 viajeros, y otros tantos, que no han solicitado información, han pernoctado en el área de descanso», nos comenta una de las funcionarias portuguesas.
Las consultas más habituales son las relacionadas con el estado de las carreteras, el horario de cierre y apertura de aduanas, cambio de moneda y uso de talleres de reparación.
Una de las funcionarias lusitanas que atienden el puesto informativo nos comenta que tal vez lo más importante de todo esto es la ayuda psíquica que se da al viajero. «Muchos de ellos», dice, «vienen de lugares tan alejados como Noruega o Alemania, traen un gran cansancio y una fuerte tensión, y este puesto supone para ellos un anticipo de su casa».
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