El antiguo cine Becerra, en peligro de convertirse en garaje
El antiguo cine Becerra, en la plaza de Manuel Becerra, que permanece cerrado desde hace tiempo, se encuentra en trance de convertirse en un aparcamiento destinado a los vehículos de los jugadores de los cuatro bingos de la zona. Las obras iniciadas por las salas de juego no cuentan, de momento, más que con una licencia que les permite retirar las butacas y la pantalla. Sin embargo, la puerta de entrada del cine es ya el inicio de la rampa que conducirá al garaje.
Las obras que se están realizando, como en tantos otros casos surgidos a lo largo de los años en Madrid, llevan camino de estar terminadas antes de que la burocracia municipal sea capaz de paralizarlas, dada su irregular situación. El concejal responsable de la Delegación municipal de Obras y Servicios Urbanos y, por añadidura, presidente de la Junta Municipal del Distrito de Salamanca -donde se encuentra el antiguo cine-, Javier Angelina, se limitaba ayer por la mañana a asegurar a un redactor de este periódico que "harán lo que tengan derecho a hacer en el cine", aunque reconoció desconocer el proyecto de la obra y que la única licencia existente autoriza a los propietarios del local "a quitar lo que hay dentro del cine, no a convertirlo en un garaje".Sin embargo, el proyecto de las obras que los propietarios de los bingos de la zona quieren hacer y que, visado por el Colegio Oficial de Arquitectos, sirvió de base para la obtención de la licencia de obras que les permite quitar las butacas y poco más, contempla la creación de más plazas de aparcamiento en lo que hoy es un bonito patio de manzana -"uno de los pocos patios de manzana que hay en Madrid, hecho como debieran estar todos", en palabras de un funcionario de la Gerencia Municipal de Urbanismo-, en el que además existe un pequeño pabellón de tres plantas donde hace ya años se practicó la gimnasia naturista y al que, al parecer, asistieron el conde de Barcelona y don Jaime de Borbón en calidad de alumnos. Según el citado proyecto, los árboles del patio de manzana serían talados y, tras abrir un muro ahora existente entre ambos, el pabellón naturista se convertiría en garaje.
En el caso se da la circunstancia además de que, a pesar de que el pabellón en cuestión no ha sido incluido en el Plan Especial, la zona sí lo está, con lo que tanto el patio de manzana, con sus árboles, como el pabellón en sí se encuentran protegidos por aquél.
De momento, para hoy por la mañana está previsto que un arquitecto de la Gerencia de Urbanismo y otro de la Junta Municipal del distrito procedan, con el auxilio de la Policía Municipal, a paralizar las obras.
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