El consejo de administración fija los principios básicos de la programación de RTVE
El Consejo de Administración de RTVE acaba de elaborar un borrador sobre los principios básicos y líneas generales de la programación en la radio y televisión del Estado, que será presentado por la ponencia constituida al respecto, ante el pleno del consejo, que se celebrará el próximo día 21, para su aprobación definitiva. Es la primera vez que RTVE cuenta con un documento de estas características que orientará la futura programación de acuerdo con criterios democráticos y pluralistas, en defensa de la Constitución y de la legitimidad de las instituciones. La programación de televisión y radio tendrán como objetivos la libertad permanente de expresión, la imparcialidad informativa, el fomento de la cultura y de la cinematografía nacional, la promoción del deporte, el repudio de la violencia y la protección de la infancia y juventud en los horarios específicos para estas audiencias, así como la colaboración educativa con los centros escolares.
El borrador elaborado por la ponencia del consejo durante algo más de dos meses consta de 102 páginas y enumera, en primer lugar, seis de los principios básicos en que debe inspirarse la programación, de RTVE. El primero de estos principios, que debe satisfacer todo programa, es «fomentar la identificación de las audiencias con los valores que la Constitución reconoce y en que funda la convivencia nacional». En este sentido, ninguna opinión atentatoria o vejatoria para la democracia y sus instituciones será expresada unitaleralmente ni, en consecuencia, permanecerá irrebatida. La programación infantil y juvenil se basará «en los valores de libertad, solidaridad, igualdad, no violencia, tolerancia y respeto a las leyes». Se prestará especial atención a la no discriminación la mujer.El segundo principio se refiere a la contribución que los programas de RTVE deben prestar al «refuerzo de los sentimientos de unidad nacional y solidaridad entre todos los españoles y la inserción de esos sentimientos en un sistema basado en el reconocimiento y respeto de la pluralidad y de la diversidad lingüística cultural y territorial de las comunidades humanas que se integran en la nación española». Los programas «asumirán con plenitud la defensa, promoción y divulgación de la cultura y del idioma de la nación española. Igualmente serán respetuosos con los hechos culturales y lingüísticos diferenciales de sus nacionalidades y regiones, fomentando su difusión y la general comprensión hacia los mismos».
Una programación de diálogo y tolerancia
El estímulo, a través de los programas, de los hábitos de diálogo, tolerancia y apertura constituye el tercer principio que formula el documento del consejo de administración. Las discrepancias y conflictos de ideas y actitudes tendrán su lugar en los programas de confrontación y debate, orientados a despertar el espíritu cívico como principio de toda convivencia social y a repudiar las soluciones violentas.La programación debe reforzar en la audiencia según indica el cuarto principio, «los sentimientos de legitimidad de las instituciones: la Corona, el Parlamento, el Gobierno, las instituciones de las comunidades autónomas y de la vida local, el poder judicial, los partidos políticos, los sindicatos de trabajadores y asociaciones empresariales, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como la Iglesia católica y demás confesiones religiosas reconocidas».
Los programas deberán explicar con rigor los problemas de la economía nacional sin ocultar la gravedad de las situaciones y la diversidad de las alternativas.
« La libertad de expresión», se dice en el sexto y último de los principios, «es una actitud permanentemente exigible en los medios y en los profesionales. Debemos caminar hacia una radio y una televisión activas y dialogantes con los ciudadanos. La radio y la telvisión han de contribuir a fomentar las aspiraciones de participación de los ciudadanos y su enriquecimiento moral y estético».
El documento expone a continuación cuáles han de ser los objetivos generales de los programas en las distintas áreas de información, cultura, entretenimiento, educación, religión e infantiles.
Los criterios en que debe inspirarse la programación informativa y de opinión son: proveer de conocimientos a todos los ciudadanos y estimular una respuesta libre y fundada ante los hechos y datos expuestos. La imparcialidad, se añade, exige tratamientos informativos similares para actos públicos equivalentes originados en las diferentes fuerzas políticas, sindicales, sociales, culturales y religiosas del país.
Son también dos los objetivos que señala el consejo de administración para los programas culturales: «Acercar directamente la cultura -particularmente la española- a sectores cada vez más amplios de la población y estimular la demanda y la práctica de la cultura en la sociedad española». Igualmente, la programación deportiva atenderá la labor de promoción, organización y práctica del deporte.
Respecto a los programas de entretenimiento, se aconseja incrementar la producción original de obras argumentales y de cine, «bien mediante la producción o la coproducción con la industria». Se recomienda incrementar las retransmisiones «desde el teatro», y que en los programas de variedades, especialmente en los concursos, se evite «la práctica más o menos habitual de hacer de estos géneros refugio de la ordinariez, la chabacanería y la falta absoluta de exigencia estética; el espectáculo no ha de basarse en el ridículo; se promoverán los concursos que incorporen alguna dimensión cultural específica».
El consejo recomienda que, a breve plazo, los responsables de los medios acuerden con los centros escolares y con los de edición a distancia sistemas de colaboración para la programación educativa. Por último, el tiempo concedido por Televisión Española a la programación religiosa es insuficiente y se requiere que la transmisión de actos de culto se vincule a la cultura, y que se establezcan «programas de análisis del hecho religioso con una perspectiva pluralista», incluida la presencia de otras confesiones diferentes de la católica.
La ponencia que elaboró el borrador de los principios básicos de la programación de RTVE está integrada por los siguientes consejeros: los centristas José Ignacio Wert y Antonio del Olmo; los socialistas Ramón Gómez Redondo (actual presidente del consejo) y Roberto Dorado; Carmen Llorca, por Coalición Democrática, y el comunista Antonio Kindelán. La ponencia no recurrió en ningún momento a la votación para resolver las posibles diferencias de criterios.
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