Ricardo Tormo confirmó su titulo mundial

El valenciano Ricardo Tormo, proclamado virtual campeón del mundo en la categoría de 50 cc desde los entrenamientos oficiales del Gran Premio de San Marino, ganó su carrera con autoridad y clara ventaja sobre los restantes participantes. Es el segundo título mundial del valenciano, después del que conquistó, en la misma cilindrada, en 1978. Angel Nieto, por su parte, dejó ganar ante su público a su compañero de equipo, el joven italiano Reggiani. El germano Mang se impuso en 250 cc y, en una carrera plena de incidentes, el italiano Lucchinelli, sorprendente, pero merecido líder del mundial, venció en la de 500 cc.

A sus veintiocho años de edad, Ricardo Tormo conquistó en el circuito italiano de Imola su segundo título mundial. A falta de una carrera para que la temporada de la menor de las cilindradas finalice, puede alcanzar ya la puntuación de Tormo. Sin embargo, hace sólo un par de meses, el título parecía imposible para él. La Kreidler del suizo Dorflinger, más potente y más rápida que la Bultaco del valenciano, parecía entonces un obstáculo insalvable para Tormo. Pero su valor, el comportamiento de su remozada máquina y la inteligencia derrochada en Holanda por el español, hasta entonces más dado a correr con el corazón que con la cabeza, han permitido este radical cambio en la situación.Mientras Dorflinger, elegido por la fábrica Kreidler para ser campeón esta temporada, tiene que ver resignado desde una cama de un hospital los triunfos de Tormo, éste ha conseguido un título más que merecido en una categoría donde es el mejor.

Su carrera de Imola no tuvo más historia que la de un paseo triunfal. Tormo podía haberse reservado, pero, aun no arriesgando tanto como es normal en él, nadie pudo seguir su ritmo, y ganó con una clara ventaja sobre el resto. En esa carrera brilló también el tesón de otro español, Joaquín Galí, un hombre que, sin medios, pugna por estar en el grupo de los mejores.

En 125 cc, Angel Nieto podía conseguir la victoria número setenta de su ya larga vida en el mundial. Pero, en una acción casi sin precedentes, el vallecano prefirió regalar el triunfo a su joven compañero de equipo, Loris Reggiani. Para el italiano, ganar ante su público era un justo premio a su labor durante toda la temporada, especialmente en Argentina, donde no quiso atacar a Nieto cuando, en las últimas vueltas, la moto del español comenzó a fallar.

De cualquier forma, Angel Nieto sigue contando con enormes posibilidades de proclamarse campeón. A falta de tres carreras, Nieto aventaja a Reggiani en veintiún puntos, mientras que el tercero, el actual campeón del mundo, Pier Paolo Bianchi, está a 42. Si el español gana en el Reino Unido y Reggiani no termina entre los cuatro primeros, Nieto conquistará su décimo título mundial aun a falta de dos carreras.

Finalmente, en la categoría reina, la de 500 ce, el italiano Marco Luechinelli volvió a ganar sin que nadie pudiera impedirlo. El insolente dominio del norteamericano Kenny Roberts durante los tres últimos años ha terminado ya. Roberts, víctima de una intoxicación por ingerir alimentos en mal estado -que afectó también a toda su familia-, tuvo que renunciar a correr casi en la misma línea de salida, con lo que pierde casi totalmente sus posibilidades de renovar el título. Barry Sheene, que en las primeras vueltas rodó fortísimo, el australiano Graeme Crosby y el norteamericano Randy Mamola, tuvieron que inclinarse ante el empuje de Lucky. El italiano, con una técnica y un valor a toda prueba, dominó la carrera después de unas primeras vueltas indecisas y hasta que, a falta de seis para que terminase, el director decidió la suspensión de la misma por caer una fuerte tromba de agua y una tormenta con gran aparato eléctrico. Al caer un rayo sobre un árbol en el que se encontraba un grupo de espectadores, causó lieridas a cinco de ellos.

Después de esta victorla del italiano, cuarta en esta temporada y tercera consecutiva, se abren las puertas a Lucchinelli para conseguir su primer título mundial.

En los entrenamientos oficiales, el italiano Sauro Pazzaglia, de veintisiete años de edad, sufrió un gravísimo accidente. A consecuencia de las heridas, Pazzaglia permanece en un hospital de Bolonla clínicamente muerto.