Miguel Doménech: "No soy un hombre de Calvo Sotelo, sino de todos los centristas"

Pregunta. ¿Cuál es el origen de su candidatura?Respuesta. Cuando conocí el propósito de contar conmigo para la renovación de cargos en UCD de Madrid, entendí que era porque podía, propiciar la integración, o sea, que mi persona no se puede separar de esa mi función de integrar o armonizar. El haberse pensado en mí tiene una explicación muy clara: empecé a trabajar en UCD con los primeros, ya desde la coalición electoral en 1977, cuya acta de fundación firmé en tercer lugar, después de Adolfo Suárez y Salvador Sánchez Terán.

Después he realizado siempre tareas de consolidación del partido, desempeñando los trabajos que la dirección me encomendaba. Incluso desempeñé una labor activa en el partido de Madrid, como vicepresidente, durante una amplia etapa de ensanchamiento, en 1978 y 1979, y en el primer congreso nacional fue secretario de la mesa. Desde abril del año pasado mi nombre siempre estuvo en las listas para la elección de miembros del Consejo de Administración de RTVE, que se hizo en octubre y noviembre. Soy, por tanto, hombre de partido, no de Gobierno, y de centro puro desde los orígenes, y estoy dispuesto a ayudar siempre que se me pide, sin ningún tipo de exigencia a cambio.

P. Sentado esto, ¿qué objetivo persigue esta candidatura?

R. Tiene una explicación muy sencilla: mi candidatura, si cuenta con el apoyo de los grupos y fuerzás de UCD, pretende la búsqueda de la armonía total, obteniéndola del modo más natural o más normal posible, es decir, en sus propias raíces. La idea de la armonización es consustancial con mi presencia en UCD desde primera hora.

No debe extrañar, por tanto, mi coincidencia con Calvo Sotelo, en el sentido de que los dos vinimos al mismo tiempo a UCD. Yo tenía una relación con él de tipo profesional y personal, y también amistad de antaño con Adolfo Suárez, así como una coincidencia en la idea política de centro.,

De nuevo mi nombre coincide con el de Calvo Sotelo, pero dentro de UCD, que es muy importante. El continente es UCD, y el contenido, el presidente de honor, Adolfo Suárez, el actual presidente del partido, Agustín Rodríguez Sahagún, y el presidente del Gobiernos es Calvo Sotelo. Habrá quien por desconocimiento vea mi pre sencia en favor de unos u otros, pero creo que el ejemplo que he dado hasta ahora como hombre de UCD, del centro, avala la tesis de que estoy simplemente al servicio del partido, aceptando que periódicamente se hace una renovación democrática de los árganos dirigentes, ese «mover el banquillo» que en baloncesto da tantas victorias.

P. ¿Hasta qué punto, pues, es o no Doménech una opción de Calvo Sotelo?

R. Eso sería una pregunta capciosa, porque, si la opción Doménech es integradora, ha de ser de todos, y atribuirla a una parte sería ir contra su propia esencia, si lo que queremos es unir. No hay exclusión ni se pretende jerarquización o prelación. La valentía y la dificultad de las candidaturas de integración es ese tener que ser más comprensivo para aceptar a todos. Pero es que eso es el centro, el lugar donde coinciden muchas fuerzas.

Importa destacar de UCD que somos el centro político, que que remos hacer concluir con el centro sociológico, v en ese sentido UCD es una fuerza reformadora, progresista, que ha de hacer una gestión prudente de su pujanza política. Todos queremos, por eso, unirnos más, acopiar y recuperar fuerzas para atender a las demandas de la sociedad y las próximas convocatorias electorales.

P. ¿Cómo influye en la próxina asamblea la circunstancia de ele girse el comité de la capital del Estado? De Madrid ha de salir la gran lista política para las elecciones.

Evidentemente, Madrid tiene esa nota distintiva. Es, por tanto, una circunscripción electoral im portante, Las listas de Madrid, en su día, tendrán cierta parte de representatividad que no es específicamente atribuible a la provincia. Eso los militantes madrileños de los partidos lo comprendemos, y prestamos nuestra colaboración dejando que parte de la representación que nos corresponde a nosotros la tenga el partido como entidad nacional. Hay que agradecer a la militancia de Madrid que acepte y comprenda esa cesión. Es un reconocimiento que se ha hecho poco. De todas formas, no debemos atribuirle a la asamblea y la elección de órganos provinciales más importanc¡a de la que tiene.

P. ¿No hay relación, pues, entre la cuestión de Madrid y las luchas del partido a nivel nacional?

R. Ninguna. La mía es una candidatura para resolver el asunto de Madrid, y nada más. No debemos extrapolar los temas. El partido tiene sus órganos elegidos en el congreso de Palma, y tenemos que aceptar esa representación.

P. ¿Con qué programa se presenta ante los delegados?

R. Si somos elegidos, sencillamente seguiremos la labor de los anteriores, mejorándola en lo posible, superando su marca, por así decirlo. Hay en esta tarea dos grandes grupos de temas. Primero, dotar a Madrid-región de su autonomía específica, cuestión que ya está en marcha y hay que ir organizando.

En segundo lugar, hay que corregir el balance negativo que tiene Madrid respecto de otras provincias, por ser la capital.