La gira de la selección, según Porta, positiva

Pablo Porta, presidente de la Federación Española, considera positiva la gira realizada por la selección. Según el máximo dirigente del fútbol español, el viaje ha servido para almacenar una serie de datos que han de servir para afrontar el Mundial con mayores garantías. En Brasil, y antes de regresar a España, mantendrá una conversación con el seleccionador nacional a fin de establecer las líneas maestras del próximo calendario. Según Porta, todos los presidentes de Primera División están dispuestos a facilitar la preparación del equipo español, que jugó anoche, de madrugada en España, sin que pudiera recogerse el resultado del partido en esta edición, contra Brasil.Por lo que respecta al encuentro, el seleccionador nacional no había decidido la alineación en la mañana del encuentro. Afortunadamente para España, el tiempo lluvioso de Bahía persistía horas antes del encuentro. En esas circunstanclas se suponía que España podía tener alguna ventaja, puesto que con el campo mojado a los brasileños les iba a resultar mucho más complicado poner en práctica sus mejores armas. Santamaría tenía dispuesto, de cualquier manera, un sistema táctico de 4-4-2 -él lo calificaba de flexible-, a fin de sujetar el medio campo brasileño e intentar el contragolpe.

Veinticuatro horas antes del encuentro, y según afirmó el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, doctor Coutinho, se había batido el récord de recaudación. Aunque el encuentro tenía fijada su hora de comienzo para las nueve de la noche, el espectáculo preliminar en la pista de atletismo estaba previsto para las cuatro de la tarde.

La Prensa brasileña, que vive momentos de euforia tras los espectaculares resultados alcanzados por su selección en Europa, ha recordado estos días su brillante historial, que contiene nada menos que tres copas mundiales, las alcanzadas en Suecia, en 1958; Chile, en 1962, y México, en 1968. De las confrontaciones con España, cuyo balance es también positivo, a pesar de que se iniciaron con una victoria de los nuestros en 1934, se ha recordado, más que los triunfos apurados de los mundiales de Chile y Argentina -algunos aún preguntan por Cardeñosa-, aquella goleada de Río, en 1950. Brasil sueña con repetir el 6-1 de entonces en Maracaná.