Clemente, el entrenador más precoz del fútbol español
Javier Clemente, el que fuera gran interior izquierda del Atlhétic de Bilbao, prematuramente retirado del fútbol a consecuencia de una grave lesión sufrida en Sabadell cuando aún no había cumplido los veinte años, es desde el martes por la noche el nuevo entrenador del equipo de San Mamés. A sus 31 años -nació en Baracaldo el 12 de marzo de 1950- será el míster más joven de la Liga española y tendrá ocasión de dirigir desde el banquillo a hombres que, como Rojo, que cumplirá 35 años en enero, ya jugaban en el primer equipo, e incluso, en la selección, cuando él no era más que un prometedor juvenil.Hombre que reconoce ser «ambicioso en el sentido noble de la expresión», el nuevo entrenador bilbaíno no ha solido tener reparos a la hora de dar su opinión sobre lo que consideraba errores de sus antecesores -en particular, Senekowitch, cuyos métodos no compartía- o de asegurar a quien quisiera oírle que, más pronto o más tarde, él sería entrenador del primer equipo. Clemente está convencido, por otra parte, de que puede hacer al Athlétic campeón y aseguía que su equipo saldrá cada domingo «a morir, a ganar todos los partidos: yo no entiendo eso de salir a empatar o a perder por la mínima».
Admirador del fútbol inglés, durante la temporada última siguió durante algunas semanas al Ipswich Town, estudiando sus métodos de entrenamiento y su peculiar estilo de juego. Algunos de esos métodos los ensayó ya en los últimos partidos de Liga con el Bilbao Athlétic, equipo de Segunda B, al que entrenó el año pasado y al que dejó en el tercer puesto de la clasificación, jugadores como De la Fuente, Cedrún, Urtubi, Endika, Sola y Noriega, que iniciaron la temporada a las órdenes de Clemente, pasaron en el transcurso de la misma al primer equipo, reclamados por Sáez. Casi todos ellos figuran en la alineación ideal insinuada por Clemente para la próxima temporada y en la que la novedad más llamativa es quizá el posible desplazamiento de Dani al eje de la delantera, y la paulatina sustitución de Chechu Rojo por Urtubi. De confirmarse estos planes, será Clemente el encargado de culminar la renovación del equipo bilbaíno iniciada por Sáez. No hay que olvidar que con los jugadores traspasados o dejados en libertad por el club -en las últimas temporadas-, la mayoría de los cuales siguen jugando en Primera División, se podría formar una alineación como ésta: Iríbar (Aguirreoa); Lasa, Alexanco, Oñaederra, Escalza; Villar, Amorrortu, Vidal; Churruca, Carlos, Bengoechea.
Un gran jugador retirado prematuramente
Clemente, al que la hinchada bilbaína había comenzado a llamar «Bobby Chariton» (por la inteligencia de sujuego, imaginativo precisamente por lo sencillo), se convirtió en el ídolo de San Mamés pese a que tan sólo llegó a jugar 56 partidos en el primer equipo -47 de Liga y nueve de Copa- A los dieciocho años, el 1 de diciembre de 1968, había debutado en San Mamés. Un año después, el 23 de noviembre de 1969, jugando contra el Sabadell en la Creu Alta, sufrió su grave lesión en fuerte entrada de Marañón, que le retiraría del fútbol activo. Tenía diecinueve años. Todavía jugaría algunos partidos en la temporada 70-71, pero ya sin la condición física imprescindible.Miguel Muñoz, que nunca ocultó su admiración por el rubio interior bilbaíno, diría de él años después, que había sido «el jugador más inteligente y de mayor calidad salido en España en veinticinco años». En los partidos que llegó a jugar a tope, antes de su lesión, formó con el mayor de los Rojo un ala izquierda «de seda» difícilmente repetible. Admirador del actual capitán bilbaíno, al que lanzaba como nadie, Clemente tendrá probablemente que ser quien, sin embargo, torne ahora la decisión de buscarle un sustituto en el primer equipo del Athiétic.
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