Fracaso de España ante el Puebla

Nunca jamás una selección española hizo un ridículo comparable al de la que anoche perdió en Puebla. Los suplentes que alineó Santamaría, lejos de luchar para ganarse un puesto, se pasearon por el campo y fueron justamente batidos.Santamaría puso en línea a sus reservas ante el modesto Puebla y no estuvieron a la altura de las circunstancias. El medio campo formado por Sánchez, Alonso Quique y Montero no llegó a controlar el juego en todo el primer tiempo y dejó aislados a Morán y a Santillana. Este apenas entró en juego en la primera mitad. Además de eso, la defensa se descolocó en ocasiones y ofreció bastantes huecos. El Puebla, un equipo lento, con velocidad sólo en algunas penetraciones de su extremo Ramírez, que junto con el uruguayo Hugo Cabezas hasta hace poco jugador del Betis componía la única vanguardia del equipo mexicano, controló bien el juego en la primera parte El brasileño Mauricy ponía calidad en sus acciones en la media, donde le apoyaban con trabajo oscuro Rengel, Beltrán y Asensi. Pirri, con continuas salidas desde la defensa, bien doblado siempre por Rengel, proporcionaba sor presa.

Aunque el primer gol llegó en jugada en la que existió claro fuera de juego del extremo Ramírez, para ese momento y había merecido algún gol el Puebla. Urruti había tenido que intervenir con frecuencia, en un par de ocasiones en paradas de mucho mérito, mientras su colega mexicano, Camacho, vivía el partido con tranquilidad. Según fue avanzando la segunda parte, la superioridad del Puebla se fue haciendo más patente, al tiempo que se agigantaba la figura de Pirri, que terminó constituyéndose en dueño absoluto del balón, del Puebla y de todo el partido, y que poco antes del descanso marcaba, en una jugada sensacional, el segundo gol de su equipo, que hizo cubrir las gradas de pañuelos.

Santamaría no introdujo cambios en la segunda mitad, confiado en que el equipo consiguiera equilibrarse. A poco de comenzar la segunda mitad, una buena jugada de Ramírez termina en disparo de Hugo Cabezas al poste, y el partido cobra aires de goleada, pero ésta no llegó a consumarse, porque el Puebla se conformó pronto.

España supo aprovechar la baja en el juego del Puebla. Sánchez, que por su zona no tenía obstáculo en Asensi, bastante flojo, se lanzó en rápidos ataques y animó algo el equipo. Pero las imprecisiones de Montero y Morán y el flojísimo partido de Quique, así como la incapacidad de los laterales para subir, impidieron que España produjera suficiente peligro. Sólo gracias a un penalti, casi al final, marcó España. Santamaría, malhumorado con el juego de su equipo y con el arbitraje, ni siquiera sustituyó a Morán cuando, a cuatro minutos del final, tuvo que retirarse por un golpe en la rodilla, con lo que dio una muestra más de falta de seriedad en esta gira.