La seguridad, primer objetivo de la aviación comercial

La aviación comercial es el sistema de transporte más seguro que hoy tiene la humanidad. El número de accidentes que se produce es mínimo comparado con otros medios, marítimos o terrestres. El control de la navegación aérea es pieza fundamental en la cobertura de la seguridad. El cielo español, en este aspecto, es razonablemente seguro. No obstante, la Administración tiene en marcha un plan de inversiones de 12.450 millones de pesetas, cuyo objeto es superar las actuales cotas de seguridad y semiautomatizar todos los procesos de información entre tierra y aire, entre controlador aéreo y piloto a bordo de una nave.

En 1979, las compañías aéreas regulares de todo el mundo transportaron 745 millones de pajeros y once millones de toneladas de carga. En ese tiempo se produjeron veinte accidentes, diecisite en vuelo regular y tres en vuelo charter, con un balance de 1.250 muertos. Esta cifra supone que la siniestralidad afectó a un pasajero por cada 600.000 o, lo que es igual, 18 españoles muertos en todo el año.En los meses de enero, febrero y marzo del presente año, las comañías españolas habían transportado tres millones de pasajeros y 5.000 toneladas de carga sin ningún accidente.

Los mencionados datos suponen que el transporte aéreo es el más seguro de los existentes.

Por lo que respecta a España, en los últimos cinco años, en nuestro espacio aereo, se produjeron seis acccidentes de vuelos comerciales, con un saldo de 724 muertos. Cifra considerable que engloba los 574 fallecidos en el trágico accidente el aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife), en el que dos jumbós, uno de la compañía holandesa KLM y otro de la norteamericana Panamerican, chocaron al despegar, el 7 de marzo de 1977.

La estadística certificada por la asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) de airmiss, es decir, situaciones de posible colisión en vuelo, ofrece al espacio aéreo español un lugar intermedio y, en cualquier caso, una tendencia creciente hacia la seguridad en vuelo. Mientras en 1979 se produjeron en nuestro espacio aéreo 46 situaciones de airmiss, el pasado año el número fue de 34.

La OACI, organización creada por la ONU para coordinar la actuación aeranáutica en todo el mundo, fija para el transporte aéreo cuatro objetivos fundamentales: seguridad, regularidad, eficacia y economía. El primer objetivo, seguridad, depende de tres factores: la tecnología de los aviones, la preparación ,de los pilotos y las ayudas que desde tierra se le ofrecen al tripulante para dirigir el aparato a su destino. Ayudas sin las cuales es hoy impensable volar, y que para los pioneros de la aviación consistían én fogatas y ahora son elementos electrónicos de alta precision.

Las compañías constructoras y explotadoras de los aviones se encargan de velar por su parcela de seguridad. La Administración es responsable de poner al servicio del piloto las ayudas necesarias para la culminación del vuelo.

Ambicioso programa

La Administración española, a través de la Subsecretaría de Aviación Civil y el organismo autónomo Aeropuertos Nacionales, tiene previsto un plan de inversiones a cinco años para aeropuertos y ayudas a la navegación aérea que alcanza los 94.537 millones de pesetas, de los cuales 12.450 corresponden, en concreto, al plan de navegacion aérea, que pretende alcanzar la semiautomatización de todos los procesos de información.

La mejora del control aéreo, según el director general de Navegación Aérea, Francisco Cal, es asegurar una cobertura fiable de comunicación entre piloto y controlador, asegurar una cobertura, de rádar suficiente para todo el espacio aéreo, procesar la información para presentarla al controlador y automatizar el tratamiento de planes de vuelo.

El plan, en el plazo, de dos años, supone una inversión,de 4.186 millones de pesetas. De esta cantidad, 2.112 millones se destinarán al

control de la circulación aérea; 1.094 millones, a ayudas a la navegación en ruta; 435 millones, a información aeronáutica, y 545 millones, a logística y formación de personal especializado. Para los próximos seis anos, la inversión se cifra en 8.880 millones de pesetas, de los cuales 4.000 millones serán destinados a la automatización del control aéreo.

Los primeros objetivos del plan serán realidad en las próximas se

manas en el centro de control de Barcelona, donde quedarán instaladas y operativas nuevas y avanzadas consolas para dirigir el tráfico.

Durante muchos años, los pilotos de líneas aéreas y los propios controladores denunciaron la escasez de medios de que disponía el espacio aéreo español. La Administración española, con los planes de modernización del control, pretende recomponer el funcionamiento de todo el sistema, realizar una mejor cobertura de la navegación y acercarse a las tecnologías más avanzadas del mundo en este campo.

Los pilotos, no obstante, afirman que hoy la seguridad en vuelo sobre el espacio aéreo español tiene una buena cobertura; en definitiva, que el cielo español es razonablemente seguro.