Candidatura alternativa a la oficial en el II Congreso de Comisiones Obreras
La presentación de una candidatura alternativa -encabezada por un destacado prosoviético catalán- fue el aspecto más significativo de la jornada de ayer del II Congreso de la Confederación Sindical de CC OO. En las diferentes comisiones congresuales se dio una mayoría cualificada en favor de las tesis de la dirección saliente. Por la mañana, en sesión plenaria, teóricamente dedicada a la presentación de enmiendas al informe de la dirección saliente, el debate giró en torno al reciente acuerdo nacional sobre empleo (ANE), firmado recientemente por las centrales sindicales CC OO y UGT. La patronal y el Gobierno.La lista alternativa fue presentada a las 15.25 de ayer, cinco minutos antes de que finalizara el plazo. Iba avalada por 157 firmas -el mínimo son cien- y la componían 56 nombres (54 candidatos a idéntico número de miembros de la nueva ejecutiva, más dos suplentes).
Los promotores de esta lista trataron de evitar dicha presentación hasta después de que se hubiese debatido la propuesta de candidatura de la dirección saliente en el seno de la comisión de candidaturas. Preferían negociar La presencia de algunos de sus candidatos en la lista oficial. Al no aceptarse el retraso, la lista fue presentada. A primera hora de anoche aún no se conocía la lista oficial que presentaba la dirección saliente. La comisión de candidaturas estuvo toda la tarde reunida debatiendo los criterios a partir de los cuales debía elegirse la nueva dirección. Los medios informativos asistieron libremente a sus trabajos, al igual que a todos los de las sesiones del congreso.
La principal incógnita consistía anoche en saber si se produciría un acercamiento, dentro de la comisión de candidaturas, entre la postura de la delegación catalana y la dirección estatal saliente. La primera reclama cinco puestos en la nueva ejecutiva (sobre un total de 54) y la segunda ofrecía sólo dos, además de Cipriano García, quien es considerado un dirigente catalán con proyección estatal.
Si la lista de la dirección saliente admite a más catalanes, ello restará posibilidades a la candidatura alternativa. De no ser así, muchos catalanes votarían por la lista alternativa.
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Mayoría cualificada en favor de las tesis de la dirección saliente en el congreso de Comisiones Obreras
Viene de primera páginaLa candidatura alternativa la encabeza Alfred Clemente, secretario general de la Unión Local de Barcelona. Clemente también figura en la lista de cinco candidatos a la ejecutiva elaborada por la delegación catalana, junto a José Luis López Bulla, secretario general de las CC OO catalanas; Josep Tablada, secretario del mismo sindicato catalán; Sebastiá Vives, responsable de acción sindical, y Juan Ignacio Valdlvíeso. López Bulla, Tablada y Vives pertenecen a la tendencia leninista del PSUC, y Clemente y Valdivieso, a la prosoviética del mismo partido.
En la candidatura alternativa, tras Clemente aparecen Alfred Conte, secretario general estatal de la alimentación (y de la tendencia leninista del PSUC); Francisco García Salve, secretario estatal saliente de formación y recientemente excluido del Comité Central del PCE; Angel Campos, responsable de juventud de la ejecutiva de Madrid de CC OO; Manuel Camino, secretario general del transporte de las CC OO catalanas; Gloria Fernández, de hostelería de Málaga; Edelmiro Otero, Esteban Cerdans, dirigente prosoviético del Bajo Llobregat; Antonio Fortes y Roberto Alcaraz. El dirigente Xemi Cantera rehusó estar en la lista alternativa, pese a habérsele invitado reiteradamente.
La propuesta de la delegación catalana, en el sentido de ampliar a seis -es decir, cinco más Cipriano García- el número de representantes en la nueva ejecutiva provocó la crispación de otras delegaciones y un cierto sentimiento anticatalanista en algunos delegados, que señalaron la necesidad de no «situar a Cataluña por encima de otras representaciones».
En cuanto a las discusiones en las comisiones de organización, estatutos y acción sindical, éstas originaron reiteradamente mayorías alrededor de la línea representada por la dirección estatal saliente. En la comisión de estatutos la delegación defendió una enmienda que afirmaba: «Las CC OO reconocen los estatutos de autonomía como el marco por el que avanzar hacia la plena autodeterminación, en cuyo proceso los trabajadores deben desempeñar un protagonismo decisivo». La enmienda obtuvo 64 votos a favor, contra un centenar -no fue contado- en contra y 34 abstenciones. Por ello, su discusión pasará al pleno.
Enmiendas al acuerdo
Otra enmienda catalana que pasará al pleno contempla el tema de las corrientes organizadas dentro de CC OO. Los catalanes solicitan que sean reconocidas simplemente cuando obtengan un 10% respecto a cualquier tema, mientras que la dirección saliente propone su reconocimiento previo por el congreso de la central sindical.
El plenario de la mañana estuvo prácticamente dedicado a debatir el acuerdo nacional sobre empleo. El resto del informe general, presentado en la primera jornada por Marcelino Camacho, apenas fue modificado, salvo en pequeños puntos, y más como cuestiones de matiz que de fondo.
Hoy se realizará la votación, una vez que se incorporen al texto las enmiendas presentadas.
López-Bulla, por la delegación de Cataluña, se reiteró en la valoración que sobre el acuerdo había hecho ya «nuestro consejo nacional», recordando que, en su conjunto, no resultaba positivo para el conjunto de los trabajadores y criticando que antes de su firma «no se hubieran agotado las consultas». Tras señalar que «en nuestra organización nos falta democracia sindical» y criticar en todos sus aspectos el acuerdo, terminó diciendo, paradójicamente, que «ahora tenemos que exigir el cumplimiento del acuerdo. Si fallara éste», concluyó, «los sindicatos debemos descolgarnos del pacto».
La aceptación disciplinada y a regañadientes del acuerdo por parte de López Bulla hizo que otras enmiendas minoritarias de la delegación no fueran presentadas ante el pleno.
Frente a la valoración efectuada por el dirigente catalán Fidel Alonso, por la Unión de Madrid, y, posteriormente, Adolfo Pinedo, por la Federación del Metal, destacaron la importancia del acuerdo. Pinedo insistió en la necesidad de evitar que «nos ocurra como con los pactos de la Moncloa. Que nos dedicamos a debatirlos sin ser capaces de actuar».
Especialmente crítica con la actuación del sindicato -desde una óptica opuesta a la de López Bulla- fue la intervención de Fidel Alonso, que para demostrar la necesidad de aceptar el acuerdo recordó el papel jugado por CC OO frente al acuerdo-marco interconfederal (AMI). Según sus palabras, CC OO no fue capaz de plantear una alternativa al mismo, y ello llevó a una marginación del sindicato. «Las acciones que entonces iniciamos hubimos de desconvocarlas en demasiadas ocasiones por nuestra incapacidad de sacarlas adelante».
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