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Las minorías pueden obtener representación en el próximo congreso del PSOE

El duro enfrentamiento que se produjo en el 28º Congreso del PSOE entre el sector crítico de este partido y la corriente mayoritaria, dirigida por Felipe González. se encuentra en vías de superación. El cauce para ello han sido los contactos mantenidos por Alfonso Guerra y Luis Gómez Llorente durante los dos últimos meses. de cara a introducir un sistema de representación proporcional en la elección de delegados al próximo congreso del PSOE.De llevarse a la práctica este principio de acuerdo -para lo cual se necesita el respaldo efectivo de Felipe González- podrían acudir al congreso las minorías que logren, como mínimo, el 25% de los votos de sus federaciones. Ello no implica el reconocimiento de tendencias organizadas, pero sí podría garantizar un congreso menos tenso, así como evitar la salida definitiva del partido de los críticos. Es probable que estos moderen sus posiciones en relación con la unidad de la izquierda, distinguiendo entre las alianzas necesarias para la época de consolidación de la democracia y las que puedan establecerse en el período de construcción del socialismo más a largo plazo.

La pacificación interna del partido forma parte de la ofensiva emprendida en diversos terrenos por la dirección del PSOE para consolidar su espacio político v electoral. En este contexto se sabe que Felipe González ha recomendado flexibilidad en relación con los clubes y fundaciones, mientras no traten de hacerlo competencia electoral.

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Los máximos dirigentes del PSOE tratan de garantizar un 29º Congreso sin grandes tensiones

Viene de primera página

Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE, ha sido el principal protagonista de las negociaciones con el sector crítico, y más concretamente con Luis Gómez Llorente, que ha llevado prácticamente todos los contactos en nombre de dicho sector. Sólo al final han intervenido en la escena otros crílicos y el propio Felipe González. La solución final de la operación depende del respaldo que le preste el secretario general y de la propuesta que éste efectúe al próximo Comité Federal -previsto para el 11 de julio- para alterar el sistema de representación.

La elección de los delegados por método proporcional, o al menos por una fórmula que respete el derecho a existir de las minorías, constituye una novedad importante en relación con los usos del partido socialista. El sistema mayoritario, unido al hecho de que la elección se hace por federaciones provinciales o regionales, destrozó al sector opuesto a FelipeGonzález, que acudió al congreso extraordinario de 1979 reducido a la mínima expresión.

Los motivos por los que este sistema puede cambiar ahora son de diverso orden, según la fuente que lo explica. Para unos, la causa reside en que se desea evitar a toda costa los escándalos producidos por los congresos de otros partidos y las acusaciones de falta de democracia interna; para otros, se trata de una operación de Alfonso Guerra para atraerse a la izquierda del partido, a fin de contrapesar la influencia de los sectores más moderados o socialdemócratas, cuyo peso específico no ha dejado de incrementarse.

Las dos hipótesis podrían ser igualmente válidas, pero resulta impensable que los máximos dirigentes del PSOE proyecten un golpe de timón, ya que el sector moderado, con sus distintos matices, es mayoritario en todos los órganos del PSOE y responde a la apertura del partido hacia las clases medias y a la política de atracción de técnicos y cuadros. Caso aparte es el de Enrique Múgica, privado de los contactos militares del PSOE desde el 23-F -y asumidos personalmente por Felipe González-, si bien es improbable que se prescinda de él en la próxima ejecutiva, porque sería tanto como aceptar la versión de que hubo algo más que buena fe en sus contactos con el general Armada.

No hay pacto de ejecutiva

Con independencia del resultado de la operación precongresual, el protagonismo de Guerra en la misma, y la participación final de Felipe González parece desmentir otro bloque de especulaciones difundidas en algunos medios, según las cuales el vicesecretario socialista habría perdido la confianza de Felipe González. A su vez, y en el supuesto de que el Comité Federal del partido socialista ratifique la fórmula acordada -sin cuyo requisito sería imposible cambiar el sistema de representación-, la corriente más a la izquierda tendría una oportunidad para rehacerse, después de la derrota de 1979.

Las fuentes más solventes consideran que los rumores de pacto sobre incorporación de miembros del sector crítico a la dirección pertenecen también al terreno de la especulación. El hecho de que las minorías puedan acudir al congreso no garantiza que dicho sector vaya a tener un peso importante; la confrontación en algunas regiones -como Cataluña- no responde a la tensión críticos / moderados, y en otras muchas se han producido operaciones para desmontar a los críticos de los órgainos de poder, lo cual no favorece, inicialmente, sus posibilidades.

Por tanto, no es nada seguro que consigan una fuerte representación, y en ese caso estaría injustificada una oferta, de Felipe González para puestos en la ejecutiva. Por otra parte, es seguro que éste sopesará cuidadosamente un paso semejante, por lo que supondría de imagen de alianza con los marxistas. La relación de fuerzas en la elecci5n de delegados, y el tono de las ponencias que unos y otros presenten al congreso, darán la medida de lo que vaya a ocurrir en la elección de la nueva dirección del PSOE.

Preparación de ponencias

Precisamente, los distintos sectores se encuentran en una actividad febril de preparación de ponencias, por lo menos en lo que se refiere a Madrid, que siempre lleva la pauta en este terreno por ser la federación en que las corrientes tienen perfiles mejor definidos. En este terreno, los críticos ofrecen indicios de moderación y eclecticismo: de la rotunda posición de unidad de la izquierda, mantenida en 1979, podrían pasar ahora al criterio de que para consolidar la democracia es mejor dirigir la política de alianzas hacia el centro, mientras para realizar el socialismo (a más largo plazo) resulta más lógica la estrategia de izquierda.

Otro grupo crítico, el denominado Reflexiones Socialistas, ha preparado un texto en el que se pide libertad de funcionamiento de las corrientes de opinión, organización de la militancia en «frentes de lucha» (intelectuales, movimientos ciudadanos, ecologistas, feministas, etcétera), elección de delegados al congreso por agrupaciones locales, derecho de voto para todos los delegados (y no sólo los cabezas de delegación), elecciones primarias dentro del partido para las precandidaturas a los cargos públicos, etcétera. Por su parte, el sector situado en torno al secretario ggeneral de Madrid, Joaquín Leguina, no presentará este año un proyecto global como el de las famosas 59 tesis de 1979, y más bien se limitará a proponer reformas parciales.

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