Varios asaltantes del Banco Central, acusados de atracos en Francia

El adjunto al jefe de gabinete del prefecto del departamento de los Pirineos Orientales (Perpiñán), Guy Pujol, manifestó ayer a este diario que varios de los detenidos por el asalto al Banco Central eran buscados por la policía francesa como presuntos autores de varios atracos a entidades bancarias del sur de Francia.La amante del jefe del comando, José Juan Martínez Gómez, alias el Rubio y alias Núniero Uno, Cristina Valenzuela, se encuentra encarcelada en Francia. Esta detenida es la hermana de Jorge Cristóbal Valenzuela, también asaltante al Banco Central. La policía francesa la detuvo en la frontera franco-española el pasado 14. de enero. Era portadora de 16,000 francos franceses, procedentes de un atraco a la sucursal de Thuir (Pirineos Orientales) de la Banque Populalre des Pyrenées Orientales.

Los dos hermanos Valenzuela residían en el pueblo de Ille-sur-Tet, próximo a Perpiñán. Ambos están considerados por la policía francesa como miembros destacados de una banda que llevó a cabo numerosos atracos a bancos en la región de Perpiñán entre mayo de 1980 y enero de 1981. También serían presuntos miembros de la misma banda Juan Quesada Jibaja y Francisco Domínguez Martín, ambos detenidos por el asalto al Banco Central. Durante algunos meses residieron en el domicilio francés de los hermanos Valenzuela. Domínguez Martín mantenía, al parecer, relaciones con Pilar, otra hermana de Jorge y Cristóbal Valenzuela.

Los hermanos Valenzuela habían asistido años atrás a la escuela pública de Ille-sur-Tet. En ningún momento expresaron convicciones de orden político. En cuanto a Martínez Gómez, fuentes anarcosindicalistas de Perpiñán le señalan, como hizo en su día el semanario Interviu, como un presunto confidente de la policía española. Le acusan de ser el responsable de la detención, por posesión ilícita de armas, de dos militantes anarcosindicalistas franceses que se habían trasladado en 1978 a España.

Fuentes anarcosindicalistas indican también que José Juan Martínez Gómez fue detenido acusado de presunta implicación en el atentado contra la sala de fiestas Scala, pero su nombre no aparece en la nota policial redactada con tal motivo el 17 de enero de 1978. Las fuentes agregan que fue puesto en libertad sin que se formulase ninguna acusación en su contra y tras un intento de ser linchado por otros detenidos anarco-sindicalistas.