Cuatro nuevas bibliotecas municipales serán abiertas este año

Cuatro nuevas bibliotecas municipales serán abiertas en el transcurso de este año en los distritos de Vicálvaro, Tetuán, Hortaleza y Moncloa, con un presupuesto global que asciende a veinte millones de pesetas. Además, la responsable municipal del tema, Enriqueta Ortiz de Rozas, piensa aumentar el número de quioscos de lectura al aire libre por las zonas más concurridas de la capital y crear una sala de préstamos de libros por correo.

La directora de las bibliotecas municipales, Enriqueta Ortiz de Rozas, plantea sus proyectos en los siguientes términos: «Hemos pensado en abrir estas cuatro salas de lectura a pesar de los problemas de acondicionamiento de los locales y de la falta de personal, y, si es posible, abriremos otras tres el próximo año en los distritos de San Blas, Canillejas y Ciudad Lineal».Ahora serán puestas en funcionamiento dos nuevas bibliotecas en Tetuán y Vicálvaro con una capacidad de noventa. y sesenta plazas, respectivamente, como primera fase de la operación. Además comenzarán a funcionar los servicios de préstamo y después del, verano se abrirá una sala en el Centro Cultural de Hortaleza, y otra, en la Casa de Campo. La primera estará dedicada a personas mayores de doce años y la segunda será exclusivamene para hombres y mujeres de la tercera edad.

Servicios de préstamo

Todas estas salas se inaugurarán con 2.500 volúmenes, que se irán aumentado progresivamente, y «no faltarán», como comentaba Ortiz de Rozas, «el Diccionario de la Real Academia, la Constitución Española ni el texto del Estatuto de los Trabajadores». Además serán adjudicados otros mil volúmenes para los servicios de préstamo.Actualmente existen cinco bibliotecas municipales funcionando en Madrid, y si los habituales usuarios de estos servicios necesitan algún libro que no se encuentre en cualquiera de las cuatro filiales, puede enviárseles desde la central, que cuenta con 20.000 volúmenes.

También serán abiertas seis minibibliotecas en polideportivos municipales, con doscientos volúmenes en cada una, que tratarán únicamente temas deportivos. Por último, Ortiz de Rozas tiene el proyecto de crear un servicio de préstamo por correo en el barrio de la Concepción, «aunque existe una gran falta de personal y se hará de forma experimental». Los catálogos de los libros de que podrán disponer los lectores serán instalados en lugares públicos para que puedan ser, pedidos por correo a la sala y recibidos en su casa posteriormente con el mismo servicio, que costará alrededor de diez pesetas.

Lectura al aire libre

Según informaba la directora de las bibliotecas municipales, serán puestos en marcha nuevos quioscos de lectura al aire libre y gratuita en las zonas concurridas de Madrid, después de observarse el éxito obtenido en cuatro de estos puestos que ya están funcionando.Estos quioscos al aire libre no están vigilados y dependen de la responsabilidad de los ciudadanos, quienes pueden leer gratuitamente periódicos y revistas que diariamente se van colocando en ellos, aunque, como señalaba Ortiz de Rozas, «estas publicaciones nunca serán políticas ni pornográficas».

Ahora, la Delegación Municipal de Cultura está manteniendo contactos con los presidentes de todas las juntas de distrito para que sean abiertos nuevos quioscos. Hasta ahora, esta Delegación ha mantenido un pequeño control de estos puestos para saber si eran aceptados cívicamente por la población, y parece, en opinión de Ortiz de Rozas, que «el balance no es desolador, aunque todavía falta mucho hasta que lleguemos a unos niveles de ciudadanía aceptables».

Soporte técnico

Parece ser que la idea se va a extender por otras capitales, ya que se han recibido en Madrid peticiones de quioscos para ser instalados en sus jardines de diferentes ciudades,Por último, informaba Ortiz de Rozas, será inaugurada próximamente una sala de lectura para invidentes mediante tres modernos aparatos suecos que permiten leer cualquier libro impreso no escrito en braille mediante un cursillo de uno o dos meses de duración. Estos aparatos, utilizados ya por la Organización Nacional de Ciegos, tienen otra variante -la telelupa- que, mediante una pantalla que aumenta los caracteres impresos, permite leer a las personas de visión disminuida.