El tráfico por las carreteras provinciales desciende paulatinamente desde hace cinco años

El tráfico de vehículos en las carreteras de la provincia de Madrid experimenta desde hace cinco años un continuo descenso, atribuido al menor poder adquisitivo y al paro, circunstancias que no sólo obligan a prolongar la vida del parque automovilístico, sino también impiden a muchos madrileños salir a la carretera los domingos y festivos. Para este año, por ejemplo, se espera que el número de vehículos contabilizados descienda un 8%, lo que significará reducir en 4.500.000 la cifra de 56 millones de vehículos registrada en 1980.

Durante los seis días festivos del pasado mes de abril, la carretera nacional Madrid-Irún fue recorrida en ambos sentidos por 134.226 vehículos; en la de Barcelona se contabilizaron 122.645, y en la de La Coruña, 268.378. El mismo mes del pasado año, las cifras correspondientes a estas tres carreteras fueron, respectivamente, 147.812, 131.619 y 285.053. Este descenso, que se sitúa entre el 6% y el 9%, se ha repetido en el resto de las carreteras de la provincia y, según estimaciones de la Jefatura Provincial de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), el año que viene podría aumentar hasta el 10%.Ni el aumento sufrido por el parque automovilístico. en relación al que había en 1975, ni el incremento de población con carné de conducir han logrado parar la curva de descenso atribuida a la disminución del poder adquisitivo, a la subida de los precios de la gasolina los automóviles y al paro que evita viajes entre las ciudades-dormitorio y la capital o entre ésta y los polígonos industriales.

Precisamente, algunas carreteras como la de Barcelona, Valencia o Andalucía son utilizadas prioritariamente para ir a trabajar, lo que hace que el tráfico en un día laborable sea muy superior al que se registra los domingos y festivos.

Las carreteras domingueras, según informó Joaquín Campos, ingeniero de Tráfico de la Jefatura Provincial de Carreteras, son las de Irún, la de La Coruña y la de Colmenar, que experimentan un aumento del 20%-30%, con respecto a un día laborable medio.

En estas carreteras, las puntas se producen normalmente durante las dos horas que hay de luz antes del anochecer, en tanto en el resto de las carreteras, las horas en las que se registra más congestión son las correspondientes a la entrada y salida del trabajo.

De la importancia que tiene el tráfico entre la capital y las ciudades-dormitorio y viceversa da idea la media registrada en 1979 en una carretera corno la de Extremadura. A la altura de la Puerta del Angel se registró un índice medio diario de 100.288 vehículos, cifra que a su paso por Aluche y Móstoles quedó reducida a 96.868. La medición efectuada una vez pasado Alcorcón indicó que la cifra había descendido a 69.085. A la entrada de Móstoles sólo se contabilizaron 55.091, v a la salida el número de vehículos había reducido a 15.378.

Sin embargo, según los datos en poder de la Jefatura Provincial de Carreteras, la vía con mayor intensidad de tráfico en la provincia es la M-30, con cerca de 250.000 vehículos por día, lo que equivale a la suma de las intensidades medias diarias de todas las carreteras nacionales. Esta media, según se espera, aumentará en el momento en que la M-30 sea cerrada por el Norte.

A continuación figuran las carreteras de Andalucía y de La Coruña, que en las mediciones efectuadas, una vez pasadas las ciudades-dormitorio, dieron una cifra superior a los 30.000 vehículos/día

Las carreteras con menos tráfico de larga distancia son las de Valencia y la de Extremadura, que no llegan a tener 13.000 vehículos de media diaria.

El hecho de que se tomen estas cifras como indicativas de la intensidad media diaria se debe a que los conteos efectuados a la entrada y salida de las ciudades-dormitorio sufren importantes variaciones a lo largo del año. Los cálculos efectuados permiten. sin embargo, situar este tráfico entre las principales ciudades-dormitorio y la capital entre el 60% y el 80% del total registrado en las respectivas carreteras.