_
_
_
_
_

El Castellón, un Primera sin estadio

Santacatalina, Guillén y Santolaria venían en los cromos, como Gabilondo, Grermán y Machín; como Sauto, Ipiña y Huete; como Bertolí, Iturraspe y Lelé. El primer Castellón que estuvo en la división de honor coincidió con el fútbol que se recitaba por tríos: Tabales, Mesa, Aparicio; Floro, Millán, González; Eizaguirre, Alvaro, Juan Ramón. El primer Castellón que estuvo en Primera todavía tenía un campo clásico: el Sequiol. El Castellón que ha retornado a la división grande, no lo recita nadie, y tampoco tiene campo para la próxima temporada porque Ayuntamiento y Consejo Superior de Deportes se endosan mutuamente el problema.

El Castellón pertenece a la generación de los clubes heroicos de la posguerra. Fue uno de los sucesores de los históricos venidos a menos. El Castellón de Ruano Hernández, Basilio, Elzo y Pizá le dio color a la Liga 1941-1942. Basillo fue un centro delantero muy en las formas de la época. Pizá fue un extremo izquierdo con pañuelito en la cabeza. Entonces había quien se preservaba de los aneurismas con un pañuelo blanco anudado sobre la frente. Con ese amuleto se remataba a gol con entusiasmo Había entonces quien lucía una boina para tapar la calva. Hace pocos anos hubo un jugador del Spórting, Valdés, que lo de la calva quiso solucionarlo con un bisoñé y en una tarde aciaga lo perdió en el centro del campo y se llevó un so poncio enorme. Se lo quitó para siempre.El Castellón, como otros muchos clubes situados más allá de sus posibilidades tras su andadura en Primera, hasta la temporada 1946-1947, descendió a Segunda pero fue sustituido por el Alcoyano de la moral. Aquel año ya había hecho su aparición Badenes, que finalmente triunfaría en el Valencia. Las desgracias del Castellón tuvieron como colofón el descenso a Tercera, pozo al que cayó sin una sola peseta para pagar a les jugadores. Y a veces ni siquiera para que pudieran cobrar los dueños de los taxis en los que hubo que hacer algún desplazamiento.

El Castellón volvió a dar el salto en la temporada 1971-1972 con Planelles y Del Bosque como mandamases del equipo. Por entonces el Castellón era una sucursal de la casa blanca y servía para el fogueo de los Miguel Angel, Planelles y Del Bosque y retiro de los Mendieta, Araquistain y Ortuño. El Madrid se trajo de Castalia a Babiloni, defensa al que Miguel Muñoz temía más que a un nublado, porque era tan duro que incluso en los entrenamientos corrían peligro sus propios compañeros.

El Castellón de los sub-20 ha retornado a Primera División. Con un equipo juvenil y tres veteranos incrustados: Racic, Ferrer Planelles, el Castellón ha logrado lo que parecía imposible antes del inicio de la Liga. La pasada temporada se quedó con la miel en los labios en la jornada final. Parecía un sueño que la racha se repitiera. El Castellón, sin quererlo, se ha convertido casi en el único defensor de la tan debatida norma de los sub-20.

La felicidad del pasado domingo en Castalia no podrá tener una larga duración, porque justo al acabar el encuentro comenzaron a plantearse los graves problemas que el club tiene para la próxima temporada. El estadio Castalia, por la zona de la torre de maratón, está en ruinas. Esa zona está amenazada constantemente por las avenidas de un río seco que sólo se alimenta de las lluvias torrenciales. El estadio, desde que fue construido, ha tenido muy escasos cuidados. Lo más que se le ocurrió a un demente fue estrechar el terreno de juego para colocar entre la pista de atletismo y el césped un pequeño graderío. El estadio se lo cargó el fútbol y ahora tampoco sirve. El gobernador civil no se atreve a clausurarlo por no crear problemas de orden público. El Consejo Superior de Deportes no está dispuesto a dar los cien millones de pesetas que le piden para la restauración. El Ayuntamiento, lógicamente, tampoco puede correr con todos los gastos de un recinto cuya principal utilización es privada.

El CSD le propone al Ayuntamiento que cambie la calificación de los terrenos a fin de que puedan ser habilitados para la construcción de viviendas y que en otro lugar levante un nuevo estadio. De cualquier manera, un estadio cuya titularidad es molesta para el Ayuntamiento y el propio CSD no puede tener una salida satisfactoria. Y de cualquier manera el Castellón tendrá que continuar la próxima temporada en Castalia.

La solución satisfactoria podría llegar a través del propio club. A su presidente, Antonio Sales, le han ofrecido en Castellón unos terrenos idóneos. La Federación se ha comprometido a ayudarle en la empresa. La Federación entregaría el 50% del importe de las obras y el resto se lo procuraría el propio club a través de una financiación que avalaría el presidente y para la cual además se solicitaría el apoyo de socios y entidades locales.

El futuro campo del Castellón tendría una cabida similar al estadio Castalia, pero con la comodidad de que este carece.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_