La marcha de los andalucistas deja el Ayuntamiento de Granada en manos de UCD
La totalidad de los concejales del grupo andalucista del Ayuntamiento de Granada se han dado de baja en el Partido Socialista de Andalucía (PSA) y han cesado en sus funciones municipales, en protesta por la decisión del pleno de la Corporación de aceptar a trámite el escrito presentado por la ejecutiva nacional del PSA para comunicar la baja en el partido del primer teniente de alcalde, Arturo González Arcas, y del concejal delegado de fiestas, Eladio Fernández-Nieto.La salida de los andalucistas deja en precario el pacto de izquierdas por el que se gobierna el Ayuntamiento granadino desde las elecciones de abril de 1979, con el socialista Antonio Jara al frente de la alcaldía, y pone la mayoría municipal en manos de UCD, que cuenta con once concejales, frente a los diez que totalizan los otros tres grupos (seis del PSOE, tres del PCA y uno de la Candidatura Granadina de Trabajadores).
La baja de González Arcas y Fernández-Nieto en el PSA fue acordada por la ejecutiva nacional del partido a raíz de su pírrica victoria sobre el sector crítico en el congreso extraordinario del mes de diciembre, y oficialmente comunicada la pasada semana al alcalde de Granada por el secretario de organización, Alfonso Macua, para su traslado a la junta electoral de zona y la adopción de las medidas previstas para el caso por la ley de Elecciones Locales.
En este sentido, durante la última sesión plenaria de la Corporación, a la que no asistieron los concejales expulsados por la ejecutiva del PSA, se presentaron para su aceptación tres escritos relacionados con el tema: el entregado por Alfonso Macua, otro del grupo municipal andalucista, en el que se pone en duda la validez jurídica del anterior, y un tercero del comité provincial del partido por el que se ratifica en su militancia a González Arcas y Fernández-Nieto.
Mientras los andalucistas se mostraron partidarios de que el pleno no se diese por enterado del asunto hasta que se dictase resolución sobre los distintos recursos judiciales interpuestos al respecto, los comunistas propusieron que se aceptasen a trámite los tres documentos y se cursaran a la jurisdicción correspondiente. El alcalde, sin embargo, impidió la consideración de ambas propuestas y sólo puso a votación el escrito de Alfonso Macua, que fue aceptado con los votos favorables de UCD, PSOE y PCA. Una nueva propuesta del grupo comunista, para que el pleno se diese también por enterado de los otros dos escritos, fue seguidamente rechazada con diez votos a favor (PSA, PCA y CGT) y diecisiete en contra (UCD y PSOE).
La actitud de centristas y comunistas, que ha sido calificada por el comité provincial del PSA como «una toma de posición política claramente alineada con los objetivos desestabilizadores de Alejandro Rojas Marcos», ha provocado la crisis en la Corporación.
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