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Crisis abierta en el PCE del País Valenciano

El último pleno del Comité Central del Partido Comunista de España (PCE), clausurado en Madrid el pasado viernes, continúa generando consecuencias negativas para el partido.

Tras la marcha del diputado Ramón Tamames, ha estallado la crisis interna en el Partido Comunista del País Valenciano (PCPV), cuyas primeras reacciones han sido el abandono de dos significativos dirigentes locales y las declaraciones producidas ayer a EL PAIS por los diputados Pilar Brabo y Emerito Bono, en el sentido de continuar en el partido, pero replantearse su situación tras el X Congreso.Los dos dirigentes locales mencionados son: Salvador Forner, número dos en las listas del PCE de las últimas elecciones generales por Alicante, profesor de universidad y responsable del PCE en la Corporación municipal alicantina, y Francesc Codoñer, miembro del Comité Central, ex secretario general de la Consejería de Transportes y Bienestar Social del Gobierno preautonómico valenciano, y asimismo, profesor universitario, con veinte años de militancia en el partido.

La causa del conflicto surgido entre las filas comunistas del País Valenciano hay que buscarla en las resoluciones adoptadas por el último pleno del Comité Central, celebrado en Madrid. En primer lugar, la constatación de que la línea renovadora y democratizadora del partido sufre constantes derrotas en las votaciones, lo que evidencia el casi absoluto dominio del aparato. En segundo lugar, y ello es más importante por cuanto afecta directamente al País Valenciano, los miembros del Comité Central rechazaron una propuesta del diputado por Valencia, Emérito Bono, para que se presentaran más enmiendas al proyecto de Estatuto de Autonomía, que, igualmente, fue derrotada.

Este hecho ha sido la gota que colmó el vaso, y Forner y Codoñer han sido los primeros en marcharse oficialmente del partido.

En cuanto al grupo parlamentario, el PCE cuenta con tres diputados por el País Valenciano: Antonio Palomares, hombre estrechamente vinculado al aparato del partido; Eméritó Bono y Pilar Brabo, estos dos incluidos en el llamado grupo de los veintiséis, caracterizado por su lucha en favor de la renovación, de la democratización interna y el eurocomunismo.

Tanto Pilar Brabo Como Emérito Bono declararon ayer a EL PAIS que la inquietud entre las filas comunistas valencianas es muy acusada en estos momentos y que, a nivel personal, ninguno de los dos pensaba abandonar el partido antes del X Congreso, «y luego ya veremos», según palabras de Emérito Bono. Pilar Brabo, por su parte, añadió: «Si en el X Congreso tampoco avanzamos nada, es muy probable que presente la dimisión de todos mis cargos y me quede en el partido como simple militante de base».

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