UGT de Madrid zanja oficialmente su crisis
Con la elección, en el congreso extraordinario del pasado domingo, de Benjamín Castro, como nuevo secretario general de la Unión Provincial de UGT de Madrid, se cierra -aparentemente- la crisis abierta en este sindicato con la sanción impuesta por la ejecutiva confederal a Valentín Gómez y al resto de la dirección de la citada Unión, por haber participado en una manifestación convocada conjuntamente con CC OO bajo el lema «Por la negociación colectiva».La participación de Valentín Gómez y del resto de los dirigentes fue considerada por la ejecutiva confederal como una falta de disciplina que acarreó la separación de sus cargos y la celebración de un congreso extraordinario que eligiera una nueva ejecutiva provincial.
El nuevo secretario general, que, según sus palabras, se identifica con la política federal de UGT y la desarrollada por la ejecutiva del PSOE, señaló en el acto de clausura del citado congreso que su actuación se inclinaría, entre otras cosas, por fomentar el diálogo entre los empresarios y los sindicatos.
Aunque la crisis haya quedado oficialmente cerrada, fuentes cercanas a la central socialista han señalado que la política representada por Valentín Gómez cuenta con el apoyo de amplios sectores de la Unión Provincial de Madrid, que podrían, en el futuro, plantear problemas parecidos en el seno del sindicato.
De acuerdo con estas fuentes, la unidad de acción con CC OO, que suponía la convocatoria conjunta de esta central y de la Unión de Madrid, no era en el fondo sino el refrendo de una situación de hecho en la negociación colectiva, en la que Comisiones y UGT han presentado plataformas comunes, siguiendo estrategias de negociación que hablan sido estudiadas por ambas centrales en otras situaciones.
La postura fuertemente crítica de Valentín Gómez, dentro de UGT, no sería, según las citadas fuentes, la única que se daría en el futuro. A este respecto, conviene señalar que determinados sectores no acudieron al congreso -«por no agravar aún más las tensiones»-, aun a costa de perder influencia en la nueva ejecutiva.
