Espectacular expectación en Valladolid ante la visita del Madrid

La fuerte lluvia que en la mañana de ayer cayó sobre Valladolid y que, según los pronósticos, podría repetirse hoy, dejará probablemente el campo de Zorrilla en malas condiciones para el partido. Eso preocupa a Boskov, e incluso podría hacerle cambiar de idea respecto al equipo inicial, en el que en principio piensa alinear a García Hernández en el puesto de Angel.A quien no arredrará ninguna lluvia será al público. Valladolid vivía ayer el partido con extraordinaria intensidad y eran muchos los madrileños que habían llegado aquí sin entrada y la buscaban desesperados. Y más aún llegarán en la mañana de hoy. Muchos podrán acogerse a la solución de verlo por cuatrocientas pesetas en la pantalla gigante de televisión que se ha instalado en el Polideportivo; otros aceptarán someterse a los onerosos precios de la reventa, pero los habrá que finalmente tengan que llegar a la conclusión de que han hecho el viaje en balde. No sólo aficionados madrileños, sino también de Palencia, Salamanca y diversos pueblos de esta provincia seestán dejando caer por aquí en busca de una entrada.

Nota curiosa y buen ejemplo de la enorme expectación que hay es el hecho de que el mismísimo presidente del Valladolid anda desesperado en busca de entradas, y le preguntó a De Carlos si no le habrían sobrado veinte tribunas, con las que podría librarse de sus compromisos más angustiosos. El presidente del Valladolid lo ha pasado fatal esta semana al no poder responder a las peticiones de muchos personajes importantes de la ciudad, que a última hora han pensado ir al partido. Naturalmente, De Carlos tampoco dispone de ninguna entrada. Todas las que envió el Valladolid al Madrid se agotaron en seguida. En realidad, los de Chamartín hubieran necesitado el triple.

El Madrid llegó en autocar a las 20.30 horas y fue casi directamente al comedor para cenar. Los empleados del hotel tuvieron que trabajar duramente para evitar que la cincuentena de curiosos y cazadores de autógrafos que llenaban el hall molestaran a los jugadores. Boskov traía decidido el equipo que será el de Milán, con García Hernández en lugar de Angel, que arrastra un partido de sanción: Agustín; García Cortés, Sabido, García Navajas, Camacho; Stielike, Del Bosque, García Hernández, Isidro; Juanito y Santillana. Han venido también Miguel Angel, Pérez García, San José, Portugal y Pineda. A Boskov le preocupó la noticia de que había llovido intensamente durante la mañana. y de que hoy podría hacerlo de nuevo. Zorrilla es uno de los campos con peor drenaje de España, y parece muy probable que mañana esté en muy malas condiciones. De ser así, podría ocurrir que finalmente García Hernández no entrara en el equipo y que Isidro pasara a la media para que Pineda fuera extremo.

La alineación del Valladolid no se puede dar con seguridad, porque su entrenador, Paquito, tiene la costumbre de no hacerla pública nunca antes del partido. No se trata en su caso de un intento de engañar al colega rival, como suele ser tan frecuente entre los técnicos, sino que piensa que le da muy mala suerte anunciar el equipo. Una manía cunosa, pero hay que respetarla. Sin embargo, parece seguro que jueguen éstos: Fenoy; Richard, Santos, Gilberto, Sánchez Vallés; Gail, Pepín, Moré, Jorge, Borja y Joaquín. Este último es el único punta auténtico del Valladolid, pero de los cinco centrocampistas casi todos se presentan al ataque cuando tienen la ocasión. Aunque ninguno de ellos es un punta clásico tampoco ninguno le hace ascos al área. Saben relevarse para ir al ataque y lo hacen con peligro. A Paquito tampoco le hace gracia la idea de que el campo esté encharcado porque varios de sus hombres son buenos manejadores del balón y se ven muy disminuidos si el campo no está bien, en especial el negro hondureño Gilberto, el libero, que ha hecho una sensacional temporada y que es el jugador de más categoría de la plantilla.

En el hall del hotel se podía ver a un hombre silencioso, un enviado del Liverpool, que viene a estudiar el juego del rival en la final de la Copa de Europa. El Madrid, por ahora, no piensa aún en ese partido y tiene toda su atención concentrada en el de hoy. Boskov, optimista incurable, da por casi seguro que la Real perderá en Gijón.