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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Tres pilares para unas Juventudes de UCD sólidas

Ante nuestro inmediato Il Congreso es imprescindible llevar a cabo un exahustivo análisis, riguroso y objetivo, de lo que podría ser nuestra organización -de lo que debería ser bajo mi óptica -personal- ante el reto que supone para una organización política juvenil el elaborar y transmitir al tejido social las alternativas a las graves problemáticas que los jóvenes estamos acusando. Problemas que se podrían resumir en breves conceptos: profundo aislamiento generacional, descontento estudiantil a diferentes Í niveles, desempleo de los jóvenes en las más diversas áreas profesionales, acusada ruptura del clima familiar, y en definitiva desilusión de los políticos y en suma de la política, configurando al joven unas expectativas de futuro no muy lejano con marcados tintes pesimistas.Por ello, Juventudes UCD, no puede mantenerse en - estado letárgico ante dicha problemática, y tiene el deber de trabajar en las alternativas posibles, con seriedad, con rigor y objetividad, apoyada, como organización política que es, en tres sólidos pilares que han de permanecer inalterables ante sus debates internos e influencias y presiones de orden externo, que puedan surgir.

Tres pilares que pueden definirse como tres objetivos bien concretos: a) Asegurar que las JJ UCD ofrecerán un clima receptivo, abierto y amplio, en base a la idea de afirmar un espacio joven de centro en la sociedad española, sin estratos solidificados, sin crear una dinámica interna etiquetadora, más propia de la defensa de una parcela particular que dé una idea común.

b) Con plena personalidad en la actividad de llevar a cabo. JJ UCD ha de asumir el papel en la defensa del espacio de centro en cada uno de sus postulados o alternativas, en coordinación con UCD, basada en un intercambio amplio de criterios y de dinámica de trabajo, pero con el pleno convencimiento de no confundir coordinación con intromisión, apoyo con paternalismo, colaboración con servilismo.

c) Actuar con un fin bien concreto y diáfano: trabajar en profundidad, objetivamente, con seriedad, en las alternativas a la crisis que está padeciendo nuestra generación en su convivencia social. Comprometer a los poderes públicos, a los. entes privados, a la clase política en una labor de análisis y seguimiento regular de los problemas más acuciantes del joven en su quehacer diario.

No hemos de cejar, a pesar de ser tarea ardua y sacrificada, en hacer asumir su parte proporcional de responsabilidad a cada uno de los tres sectores, mencionados anteriormente, que forman el engranaje de las máximas decisiones a nivel social.

Sin embargo, considero necesario desarrollar cada uno de los apartados, como aportación al proceso de debate congresual que se nos avecina.

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En `el primer apartado, quiero dejar constancia de una dinámica que ha de seguir nuestra organización para alcanzar un objetivo común a todos sus componentes, sin autoexclusiones automáticas a priori, y que posibilite un funcionamiento regular, pero efectivo, de nuestros órganos.

La riqueza ideológica de la que estamos provistos los componentes de JJ UCD hemos de canalizarla, a través del debate, hacia un fin común, configurar las bases ideológicas del espacio de centro que podamos ofrecer a los jóvenes españoles. Las ideas, la ideología, ha de persistir en, cada uno de nosotros -el uniforme es cuestión de párvulos- pero como factor de síntesis, como. sumando de positivos intereses en común.

No podemos permitir que atomicen la organización los intereses particulares o de grupos en concreto.

Hemos de asumir las responsabilidades de que seremos receptores en todo aquel joven que cree en el espacio de centro, en muchas ocasiones sin una base ideológica concreta, y por tanto hemos de recibirle en pos de una idea común propia de nuestro gran colectivo, no podemos iniciar una labor de exploración, convencimiento y, posterior encasillamiento.

Ante nosotros, un gran reto: el conseguir la síntesis entre la riqueza de los conceptos ideológicamente bien diferenciados, síntesis que ha de llevarnos a crear la cuña que ha de romper el «mito solidificado » de las dos Españas.

Un deber para con nuestra generación y con la venidera. En suma, hemos de posibilitar los necesarios canales de participación, y procurar las distintas motivaciones socioculturales en el joven; de lo. contrario se seguirá desconfiando de la política y de los políticos -en algunas ocasiones, certeramente-, pero evitando que surja como idea generalizada. Precisamos potenciar un claro europeísmo, con similares corrientes de pensamiento en el comportamiento social con carácter marcadamente progresista.

Cuando en el segundo apartado hago una referencia expresa a conservar una plena personalidad en nuestra actividad, pretendo incidir en unos de los factores que provocan en la mayoría de las ocasiones una profunda crisis en las organizaciones políticas juveniles vinculadas a un partido político.

Entiendo que el entronque con el partido, en base a la defensa de un mismo espacio político, ha de ser efectivo, pero haciendo salvedad que el vínculo nunca podrá establecerse a nivel de la propia personalidad en las decisiones nuestras.

Nosotros tenemos un esquema de actuación concreta que nos viene dado. a través del marco generacional, y es en este conjunto de personas con experiencias y circunstancias comunes socialmente estructuradas, donde debemos incidir, en sus problemas, en sus interrogantes; en definitiva, en sus vivencias, y este rol, o lo asumimos nosotros plenamente y sin interferencias, o de lo contrario tendremos que cuestionarnos nuestra existencia como tal organización.

En UCD y en las JJ UCD se encuentran reflejadas dos generaciones y hemos de tener claro que lo fundamental en las generaciones es que se solapen y se entronquen actuando al mismo tiempo, con una actuación decidida sobre los mis mos temas y en el marco de las mismas cosas, pero con distinto índice de edad y, por consiguiente, con diverso sentido. Así, pues, hemos de ser un reflejo de la existencia en la sociedad de una pluralidad de generaciones con intereses, fines y actitudes complementarias y contrapuestas. Vamos a trabajar conjuntamente con el partido, con una dinámica de colaboración efectiva y que se traduzca en soluciones concretas a nuestros problemas, aportando por nuestra parte un análisis con óptica juvenil, a la hora de llevar a cabo la tarea de gobierno por parte de los hombres de UCD con responsabilidad de Estado.

Y he de repetir que no hemos de confundir coordinación con intromisión en nuestra tarea. Apoyo con paternalismo, con «gráficas cambiantes a la hora de medirlo», según las circunstancias y el momento. Colaboración con servilismo, puesto que asumimos un papel decisivo para que la idea de centro transcienda a las nuevas capas sociales, y es lo suficientemente importante para que estemos. considerados desde el mismo nivel, permitiéndome indicar que la UCD del mañana la gestamos las JJ UCD del hoy.

Cuando en el tercer apartado indico el objeto esencial de nuestra existencia, configuración y, en suma, de nuestra prioritaria tarea, pretendo manifestar, sin cortapisas ni atenuantes, nuestro deber para con la generación a la que pertenecemos y, en conjunto, nuestra ineludible obligación de estar en función de los problemas, necesidades e inquietudes y aportar nuestra labor de análisis y resolución a los mismos.

Lógicamente es preciso indicar que al llevar a cabo el análisis de la problemática juvenil inciden unas macroestructuras sociales, con muestras de interrelación e interdependencia, como son: la familia, que conforma primariamente la personalidad del niño y posteriormente del joven; la educación y la cultura existente, que en muchas ocasiones se convierte en alienante; la educación como unidad básica de transmisión de conceptos, actitudes, informaciones, es factor esencial, puesto que no existe asepsia en este ámbito y, por tanto, en cualquier sociedad con existencia de diferencias ideológicas y axiológicas, la educación es objeto ansiado de dominio, como elemento configurador de comportamientos de grupo y de formación de los colectivos receptores de la misma.

La cultura como factor presente en el tejido social con diferentes estratos en su composición, puesto que viene a ser un mosaico de subculturas, ya sea en el ámbito de los diferentes pueblos que conforman un Estado (las nacionalidades) y también en los estratos sociales, ya sean a nivel rural o urbano.

Para finalizar con los dos factores que en ocasiones es difícil indicar cuál actúa en función del otro: la política y la economía. La primera actúa como factor estructural del comportamiento del joven. El control que sobre nosotros y nuestra convivencia social ejerce la política indica un hecho que ha de ser objeto de un análisis concienzudo: la poca, por no decir nula, participación del joven en la mecánica de las decisiones del poder político. Es por ello que cuando adoptamos una actitud de innova ción, de no estar presentes en los órganos decisorios, se torna en me ra utopía. No por ello debemos adoptar una actitud de simple mecánica contradictoria y de oposición sin fundamentos, pero sí hemos de ocupar en proporción a nuestra representatividad numérica en el conjunto social. una parcela en los órganos decisorios y eje cutivos del Estado. Porque todo ello se interrelaciona con la socio economía. La economía tiene la su ficiente fuerza para desfigurar y volver a configurar la estructura social y lógicamente para nosotros, que no tenemos un poder económico real dentro de la sociedad, estamos en definitiva sometidos al consumismo que continuamente cuestiona nuestro poder adquisitivo de lo que el mercado nos ofrece. Y es en este ámbito donde la gravedad del paro juvenil queda plasmada en un deseo de adquisición insatisfechos y traducidos en frustración e impotencia.

Por todo ello es una quimera el conseguirlo, si no adoptamos la labor de comprometer directamente en las resoluciones de los problemas del joven español a los sectores que tejen las decisiones cotidianas a los más altos niveles.

Emplazar a los poderes públicos con su capacidad de análisis, estudio y de legislación.

Emplazar a los entes privados con su capacidad para generar dinámica de trabajo, como factor decisivo para que el joven tenga positivas perspectivas de futuro.

Emplazar a la clase política de este país, al objeto de que plasmen sus criterios sin dogmatismos y con clara voluntad de colaborar conjuntamente, sin maniqueísmos, en la resolución de nuestros problemas.

José Mª Carrera es secretario general de la Juventud Centrista de Cataluña.

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