El Brabham de Piquet, declarado legal

El Brabham de Nelson Piquet, ganador de la última carrera de fórmula 1 y que fue reclamado por varios equipos por considerarlo ilegal, ha superado la verificación de la Federación Internacional

Para la FISA, pues, el coche está conforme a los reglamentos. Como quiera que la suspensión, causa del litigio, es diferente a la tradicional, es probable que, a partir de ahora, el resto de los equipos la incorporen a sus coches. Pero, mientras, el dominio de Piquet debe mantenerse.La suspensión del Brabham de Piquet difiere de las restantes porque permite que el coche suba o baje a voluntad del piloto. Cuando el coche está parado, la altura mínima es superior a los seis centímetros que especifica el reglamento de la Federación Internacional. Pero, cuando el coche rueda por la pista, dicha altura desaparece y el chasis, especialmente diseñado al efecto, aprovecha plenamente la técnica Wingcar (efecto de ala invertida), que es precisamente lo que pretendía evitar la Federación Internacional con su nueva y farragosa reglamentación.

Se trata de una suspensión parecida a la de un Citroën GSA, que, merced a un sistema hidroneumático, sube y baja a voluntad. Pero, en su posición más baja, incumple el espíritu de la nueva ley. Aunque no lo haga en la letra, porque la letra, pese al largo período de gestación que ha tenido la Federación Internacional, está muy mal redactada.

Con la declaración de legalidad oficial, el Brabham cuenta con un respaldo que le dará una supremacía en las próximas carreras difícilmente neutralizable.