Las cofradías de Salamanca

han manifestado su disgusto por la decisión del Ayuntamiento de autorizar las instalaciones que los Bordine -equipo de funambulistas que actúa estos días en la plaza Mayor de la ciudad- utilizan en sus sesiones al aire libre, según informa María del Mar Roseli. La procesión de Jesús Flagelado, que debía dar la vuelta a la plaza, según la tradición, entró ayer por un arco de ésta y salió por el contiguo. Las cofradías han manifestado que no se oponen a la celebración de «actos profanos» en estos días, sino que, según algunos de sus miembros, las estructuras para tender los cables de los titiriteros dificultan el recorrido de los pasos. Los Bordini, por su parte, habían condicionado el horario de sus actuaciones a la hora de terminación del recorrido de las procesiones alrededor de la plaza.