Duelo entre Piquet, los Renault y los Williams
De absolutamente sorprendente puede calificarse el mejor tiempo conseguido por el brasileño Nelson Piquet, al volante de un Brabham, en el circuito de Buenos Aires, en el curso de la primera sesión de entrenamientos oficiales, según informan las agencias. Pese a que, en un circuito de trazado tan rápido y de promedios superiores a doscientos kilómetros por hora, como el argentino, los motores turboalimentados deben marcar su ley, Nelson Piquet pudo imponerse, incluso con cierta facilidad, al Renault turbo del francés Prost, al Williams del argentino Reutemann, al compañero de Prost, el también francés Arnoux, y al canadiense Villeneuve, primer piloto de Ferrari, estos dos últimos también con motores turboalimentados.La actuación de Piquet vuelve a poner en el primer plano de la actualidad las acusaciones que pesan sobre su Brabham de ser ilegal. Las escuderías rivales afirman que el coche varía su altura con respecto al suelo a gusto del piloto, beneficiándose de la técnica wing-car (efecto de ala invertida), cuando eso está rigurosamente prohibido por la reglamentación vigente.
Pese a la pésima redacción de dicha reglamentación realizada por la Federación Internacional, en ella queda perfectamente claro que la altura mínima del coche con respecto al suelo -excepción hecha, claro está, de las ruedas, que deben tomar contacto con el piso-, debe ser de seis centímetros. Y, según ha podido comprobarse con toda claridad en algunas fotografías, cuando el Brabham de Piquet está rodando en la pista dicha altura mínima no existe.
La polémica, además cobra más fuerza por el buen tiempo realizado por el mexicano Rebaque, segundo piloto de Brabham. Todos los expertos conocen perfectamente las grandes limitaciones de Rebaque, y sólo con un coche muy especial es capaz el mexicano, de colocarse, como lo ha hecho en Buenos Aires, en séptima posición.
Sea como fuere, Piquet, junto con los Renault y los Williams, parten como favoritos en el Gran Premio de Argentina, tercera prueba puntuable para el Campeonato del Mundo, que se disputa esta tarde en Buenos Aires. Mientras Piquet podría encontrarse con a desagradable sorpresa de una reclamación oficial por parte de sus rivales, en el caso de un siempre posible triunfo -porque hasta su compatriota Fittipaldi parece dispuesto a presentar una reclamación-, el ídolo local, el argentino Carlos Reutemann, intentará festejar su 39 cumpleaños de hoy con una victoria que le refuerce en el equipo y le evite alguna sanción para el futuro por parte de su director, Frank Williams.
