El príncipe Carlos y ladi Diana

pasarán su luna de miel en hoteles baratos de Cornualles, debido a la recesión económica por la que atraviesa el Reino Unido. «Hay que admirar el austero ejemplo de la joven pareja», comentaba el Dady Mail ayer, 1 de abril, festividad que es para muchos europeos la equivalente al Día de los Santos Inocentes en España.La boda es un tema demasiado popular para que los medios de comunicación británicos pudieran dejar de utilizarlo como objetivo de sus tradicionales bromas, informa Andrés Ortega desde Londres. En un largo y complicado despliegue informativo, el diario The Guardian comentó la «operación gota seca», mediante la cual las fuerzas aéreas británicas, gracias a un nuevo descubrimiento científico que permite influir a voluntad sobre el tiempo, asegurarán unas condiciones meteorológicas perfectas para el día de la boda. Provocarán así una lluvia torrencial sobre el barrio londinense de Kilburn, donde los simpatizantes de la monarquía no son demasiado numerosos, con la intención de crear dos arcos iris sobre la ruta nupcial.

Se pueden recordar, sin embargo, bromas más divertidas. El 1 de abril de 1957, la televisión británica emitió un reportaje sobre el cultivo de spaghetti en Suiza, mostrando cómo crecían en unos arbustos. Años después, The Guardian publicó un suplemento de ocho páginas sobre la dictadura del inexistente país caribeño de Sans Serif (el nombre de un carácter tipográfico) con toda suerte detalles.

Una importante emisora londinense lanzó hace dos años la «operación paralax»: como el Reino Unido había venido cambiando la hora dos veces al año desde la última guerra, el país había ganado dos días respecto al continente y, en consecuencia, el Gobierno británico había decidido suprimir los dos jueves siguientes; una decisión de la que se había enterado muy poca gente. La emisora pedía firmas para oporierse a esta medida que sólo podría crear caos. Las numerosas llamadas de adhesión no se hicieron esperar.