_
_
_
_

La jornada de Liga no fue un homenaje a Quini

El recuerdo de Quini sólo permaneció unos minutos. En el Manzanares, Atlético de Madrid y Barcelona, desde el inicio del partido, libraron una batalla sin concesiones. No hubo gentilezas para nadie. El pretendido homenaje en los campos de fútbol quedó limitado a cuatro hechos aislados. En El Molinón, su campo de siempre, la salida de los equipos fue saludada con el flamear de miles de pañuelos. Fue el simbolismo convenido en Asturias para recordar al secuestrado. Pero ahí acabó casi todo.En Las Palmas, antes del comienzo y tras el desfile carnavalesco de las murgas, una nota de la junta directiva del equipo insular, en solidaridad con Quin¡ y de condena del secuestro, fue leída por los altavoces y recibida con una gran ovación. Para los futbolistas, no hubo en realidad otro tema que el ejercicio de su profesión. Con el ardor de siempre y en ocasiones con mayor dureza que nunca. Los nervios de los jugadores se tradujeron en treinta amonestaciones y tres expulsiones. Sólo las tarjetas arbitrales lograron calmar los ánimos de algunos.

En San Sebastián, la visita del Madrid volvió a ser conflictiva. Los jugadores de ambos equipos no olvidaron sus rencillas personales, y algunos espectadores participaron en el logro de una notable tensión ambiental. García Remón fue el centro de los sucesos. Según él, fue molestado por los espectadores, que llegaron a lanzarle bolas de acero. Según resultó evidente, el cancerbero madridista realizó unos gestos despectivos hacia el público, y al final fue agredido poco antes de subir al autobús que trasladaba al equipo blanco desde el campo de Atocha.

En el Manzanares, el Barcelona no tuvo el recibimiento apoteósico que se esperaba, y los ocupantes del palco, en el que no tomó asiento Alfonso Cabeza, fueron insultados desde las gradas e injuriados por unas pancartas que llenaron de vergüenza a algunos. El pretendido homenaje general a Quini quedó ahogado en la pasión de los graderíos y en los propios intereses de los protagonistas. Páginas 43, 44 y 45

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_