Ocasión perdida
Gracias a las revistas del corazón, durante varias décadas tuvimos siempre a mano la boda del año. El fútbol, que es espectáculo vivo, buscó cada temporada su acontecimiento del año. Lo del derby fue simplemente un intento de trasladar a los estadios la tradición inglesa de los hipódromos y con el tiempo pasó a ser la excusa para celebrar lasiornadas económicas de los clubes, que ahora no tienen razón de ser porque no hay nadie que controle los precios de las entradas ni las sangrías a los socios.El fútbol ha institucionalizado el partido del año, que suelen ser varios. Hoy en el Manzanares, por razones futbolísticas, había señalado uno. Por causas del secuestro de Quin¡, el encuentro ha superado todas las categorías deportivas. Media España estará pendiente del encuentro de hoy tanto por lo que se celebra como por lo que se lamenta. A media España le hubiera gustado ver por televisión el partido, pero tampoco esta vez va a ser posible.
El divorcio fútbol-RTVE se produjo por cuestiones monetarias. Hoy no podrían existir en ese sentido graves discrepancias. Y, a pesar de los acuerdos entre los presidentes de Primera División, ni uno solo se hubiera opuesto a que Televisión Española ofreciera la transmisión del acontecimiento. Y mucho menos el Atlético, que ha ingresado cuarenta millones de pesetas en caja.
El interés del partido no supo valorarse a su debido tiempo, y desde el lunes pasado han faltado los reflejos necesarios para contratar la transmisión. Probablemente los responsables del hecho no se perderán el suceso. Estarán en la tribuna. Seguro.
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