Distintos sectores políticos piden un Gobierno de amplia mayoría para defender la democracia

Distintos sectores políticos han solicitado un Gobierno de coalición entre las principales fuerzas parlamentarias, como fórmula capaz de garantizar la continuidad de las instituciones democráticas. Estos sectores -socialistas, comunistas y una parte de UCD y de la derecha democrática- se muestran favorables a establecer una plataforma de encuentro en defensa de las instituciones, aplazando aquellos temas no esenciales que constituyen motivo de enfrentamiento y dedicando toda la atención a la solución de los principales problemas del país.

En este sentido, el Comité Federal del PSOE, máximo órgano de este partido entre congresos, ratificó el pasado fin de semana la iniciativa de la ejecutiva, en el sentido de ofrecer la participación de los socialistas en un Gobierno con «amplia mayoría parlamentaria y extenso apoyo social», capaz de garantizar la pervivencia de las instituciones democráticas. Ese acuerdo se efectuaría sobre un programa de democratización del Estado, lucha contra el terrorismo y contra la crisis económica y clarificación del proceso autonómico, entre otras cuestiones.La resolución hecha pública por el Comité Federal del PSOE condena enérgicamente el intento de golpe de Estado y pide a los órganos judiciales que «asuman la función que les está reservada por la Constitución». Subraya que el conjunto de las Fuerzas Armadas y de seguridad «ha respondido a la misión que la Constitución les encomienda», y advierte a la opinión pública que no deben confundirse con ese comportamiento «las graves actitudes sediciosas contra el orden constitucional».

Según ha podido saber EL PAIS la oferta del Gobierno de coalición se fundamenta en el análisis de que hay un lugar de encuentro para los que quieren defender la pervivencia de la democracia entre aquellas fuerzas parlamentarias que por su mayor implantación en el conjunto del Estado o en las comunidades autónomas en funcionamiento -País Vasco, Cataluña-, estén decididas a continuar la construcción del sistema democrático.

El análisis efectuado por el Comité Federal del PSOE pone de manifiesto que desde fuera del Gobierno no se puede hacer una labor similar a la que podría efectuar el PSOE una vez incorporado al órgano del poder ejecutivo; y, si bien los socialistas se muestran dispuestos a la concertación de los problemas de Estado, entienden que la eficacia en la actuación sería mucho mayor desde el propio Gabinete, al tiempo que podría reunir un estimable número de apoyos sociales. En este sentido, los dirigentes socialistas se muestran convencidos de que una parte de la banca y de los empresarios estaría de acuerdo en considerar dicha solución.

Una de las cuestiones que habrían de afrontarse, en la hipótesis de la coalición, es la construcción del Estado autonómico. Fuentes socialistas afirman que «la continuidad en el concepto de España tiene más raíces incluso que en muchos países europeos», y que el problema consiste en clarificar la estructuración del poder del Estado, repartiéndolo entre poder central y poder de las comunidades autónomas.

Las mismas fuentes recuerdan que el PSOE propuso, en los debates constitucionales, una fórmula de reserva de competencias al Estado, reserva de competencias a las comunidades autónomas y competencias compartidas, perfectamente establecidas.

Pese a estas reflexiones, las fuentes socialistas consultadas por EL PAIS son conscientes de las dificultades de su propuesta. El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, afirmó ya, el mismo día de su investidura, que no consideraba conveniente la coalición, sino la «concertación». En este sentido, ha podido saberse que, el mismo día de la investidura, Felipe González advirtió a quien todavía era candidato que iba a proponer una coalición. Al parecer, Calvo Sotelo contestó que la entrada de los socialistas en el poder ejecutivo no sería bien recibida, según sus informes. No obstante, el PSOE considera que un sector de la derecha y de los centristas se encuentra en disposición favorable a defender la democracia por medio de una plataforma de encuentro.

En su resolución, el Comité Federal del PSOE ha dicho que «en este momento difícil, pero también esperanzador», de la historia de España, la actitud de los socialistas y de todas las fuerzas democráticas debe ser avanzar firmemente en las tareas de democratización.

Asimismo, el comité federal se refiere al Rey como «firme garante de las libertades democráticas, usando con prudencia y rigor sus facultades constitucionales y las derivadas de su condición de jefe supremo de las Fuerzas Armadas». Por último, se reconoce la «ejemplar respuesta de los ciudadanos, de los medios de comunicación, de los partidos y centrales sindicales, así como de las instituciones cívicas, en defensa de la libertad».

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