_
_
_
_
Reportaje:

El rugby británico, espectáculo imposible en España

El rugby, deporte duro, pero noble y ejemplar, que languidece en España por una liga nacional sólo regional, revive todos los años por estas fechas gracias a los partidos televisados del Torneo de las Cinco Naciones. Si el deporte español en general es ya de por sí muy original, en este caso lo es aún más. Pocos espectadores hay que no queden admirados al contemplar en las pantallas un espectáculo imposible de trasplantar aquí, porque no existe el ambiente ni tampoco los jugadores casi legendarios, cuya sola historia vuelve a reconfortar por su calidad y su fair play. Es el caso de Gareth Edwards, y del «doctor» John Peter Rhys Williams, último as galés.

Mañana, sábado, se disputará la segunda jornada del Torneo de las Cinco Naciones. RTVE ofrecerá por la segunda cadena el Irlanda-Francia, desde el viejo Lansdowne Road, tan tradicional que por él pasa aún, debajo de la tribuna principal, la vía del tren. En Murrayfield, cerca de Edimburgo, Escocia recibirá a Gales. Los escoceses perdieron con Francia en París, el pasado 17 de enero, por 16-9 -y un ensayo anulado injustamente-, mientras los galeses vencían muy apuradamente, en el Arms Park, de Cardiff, a Inglaterra -que descansará esta vez- por 21-19.Precisamente ese día volvió a ser el zaguero de Gales, puesto fundamental en el rugby, John Peter Rhys Williams, cirujano traumatólogo en su vida privada y último representante de la «vieja guardia» que dominó el rugby internacional en la década de los años setenta. Desde 1969 a 1979 vistió en 52 ocasiones la camiseta roja nacional. Una vez retirados grandes compañeros, como Gareth Edwards, Phil Bennett o Gerald Davis, pensó, al terminar la temporada 1978-1979, que era el momento de dejar el rugby. Sin embargo, aún podía decir algo en los campos, y tras un año de retirada decidió volver. Se entrenó con fuerza y aunque Gales, perdió contra los increíbles All Blacks neozelandeses, que dieron una memorable lección de potencia y clase el pasado 1 de noviembre, el número 15 volvió a estar en su espalda. Con su partido internacional número 53, además, igualó el récord de selecciones, en posesión de Edwards. Contra Inglaterra ya lo ha superado. Para volver al puesto en el Torneo de las Cinco Naciones lo «aseguró» antes con una magnífica actuación en el memorable partido del Centenario de la Unión de Rugby de Gales (WRU). Formó entonces, el 29 de noviembre, en el combinado Inglaterra-Gales, que venció por 37-33 al Escocia-Irlanda. Precisamente, la WRU «obligó» a John Peter Rhys Willianis a ceder todos los derechos de un libro sobre su vida a una fundación médica, so pena de considerarle profesional. El rugby, pues, seguía firme, aunque por libre de cualquier olimpismo, en mantener su espíritu amateur.

John Peter Rhys Williams nació el 2 de marzo de 1949, por lo que le falta poco más de un mes para cumplir los 32 años. Había estudiado en Londres, donde hizo la carrera de Medicina -en la Millfield School y el St. Mary's Hospital-, y allí jugó al rugby en el equipo de los galeses de la capital, el London Welsh, al que pertenecieron y siguen perteneciendo muchas de las más ilustres figuras del rugby galés. Tal vez por la lógica «deformación de su actividad», el rugby, se inclinó por la especialidad de traumatología. Al final de la presente temporada, cuando tiene previsto decir adiós de forma definitiva al deporte, marchará a Estados Unidos para especializarse más en cirugía. A lo largo de su carrera deportiva no ha sido raro ver a Williams acercarse a atender a un compañero caído, tras uno de los muchos golpes que la dureza propia del rugby conlleva. Naturalmente, no importaba que fuera un contrario. En esos momentos el rugby adquiría más que nunca el apelativo de «deporte para brutos jugado por caballeros». No cabe la menor duda de que si en el transcurso del juego no prevaleciese la nobleza -ya impera inicialmente la preparación increíble, unida a la fortaleza fisica, que permite a todos los jugadores levantarse tras formarse cualquier mole humana en una jugada- las lesiones podrían ser gravísimas.

"Edwards el grande"

Cuando John Peter Rhys Williams se vaya definitivamente del rugby galés, gran dominador en los últimos años al máximo nivel -pero que ya la temporada pasada perdió el Torneo de las Cinco Naciones ante Inglaterra-, se habrá ido el último as de un repóquer compuesto, además, por los tres jugadores citados anteriormente y por Barry Johri, el primer gran medio de apertura, superior a Phil Bennett. Gerald Davies, por su parte, fue uno de los mejores tres cuartos ala de todos los tiempos. De los cinco, sin embargo, porque formó pareja con John y Bennett-, porque sirvió a ambos su famoso pase, largo y veloz como nadie, y porque permitió tener a Gales el mejor eje mundial del rugby, cabe destacar a Gareth Edwards, considerado casi unánimemente como el mejor medio melée de la historia.Ejemplo del rugby inteligente, pero llevado a cabo en su rudeza general merced a una fuerza física fuera de lo común, Edwards ha sido ejemplo privilegiado de otra de las perfecciones humanas expresadas en este deporte: la unión de la fuerza y la habilidad. Pudo ser profesional del fútbol -le tentó el Manchester City-, o del rugby a XIII, pero prefirió servir en espíritu a su Gales. Nunca negó que el profesionalismo amenaza al rugby, como las brutalidades -más aún si hubiera dinero por medio-, y precisamente por estas últimas decidió dejar el deporte a los 32 años, después de once en la selección. Antes ya le había sido concedido el premio internacional del fair play -juego limpio- por su corrección exquisita durante toda su carrera deportiva en los terrenos de juego.

Gareth Edwards, profesor de gimnasia en sus comienzos como jugador de rugby, hijo de una familia numerosa y pobre de Swansea, encontró después un empleo en Neath como representante general de una sociedad que fabrica contenedores y carrocerías para camiones y transportes. Sobre él también se ha escrito un libro: Edwards the great (Edwards el grande). Un título apropiado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_