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Arteche, que esta temporada se había dedicado a los trabajos finos, recuperó en San Marnés viejos modos de defensa marrullero. El Atlético de Madrid mostró en Bilbao una faz agresiva, como si se tratara de un conjunto que en lugar de luchar por el título quiere huir del descenso. Arteche perdió los nervios unos instantes, como alguno de sus compañeros, y le propinó a Goicoechea un capón de la más fea escuela. Boxísticarnente habría sido descalificado por golpear en la nuca. Arteche no fue un fino estilista, precisamente. El Atlético, en represalia, le dio un cero a Pes Pérez.