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CASTILLA-LEON

Detenido el presunto secuestrador del niño desaparecido en León

La Guardia Civil detuvo ayer en la provincia de Toledo al delincuente habitual Justiniano Fernández Abad, presunto secuestrador de un niño de diecinueve meses, José Antonio Calvín, que desapareció hace ya dos semanas al ser robado el automóvil donde su madre lo había dejado durmiendo. El secuestrador confesó haber dado muerte al niño, arrojándolo desde un puente a la salida de la localidad de Valderas.La noticia de la detención de Justiniano Fernández, del que la policía había distribuido una foto robot, también reproducida por la Prensa local, fue dada a conocer a las 20.30 horas de ayer. Según la Guardia Civil, la detención se debió a una denuncia por un delito menor -al parecer, daños en un chalé-, comprobándose posteriormente la identidad del detenido y su participación en el secuestro.

Este declaró que había robado el automóvil donde se encontraba el niño «para gastarle una broma a su padre», y sin percatarse de la presencia del primero en el asiento posterior, donde dormía. Tras verse obligado a abandonar el vehículo en la localidad de Valderas, donde fue visto la misma noche del secuestro, dijo «haber sentido miedo», por lo cual decidió deshacerse del niño arrojándole desde lo alto de un puente y abandoríando posteriormente el pueblo en un autobús de: línea. Durante la misma noche había logrado vender en los bares de esta localidad varias botellas de licor que se encontraban también en el vehículo robado, por las cuales obtuvo una cantidad próxima a las 5.000 pesetas.

La Guardia Civil ha anunciado que a primera hora de hoy se desplazara a Valderas un equipo de buceadores de la Comandancia de La Coruña para intentar localizar el cadáver en el lugar donde afirma haberlo arrojado el secuestrador. Tanto el cauce del río como los alrededores del pueblo habían ido ya rastreados por la Guardia Civil y los vecinos sin resultado alguno.

Como se recordará, la desaparición del niño tuvo lugar a primera hora de la noche del día 14, frente al club doride la madre trabaja como camarera. El padre, Juan José Merino, dueño del citado club, había cumplido condena con el secuestrador en la misma cárcel por tenencia ilícita de armas.

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