Los intelectuales del PCE piden el restablecimiento de las agrupaciones profesionales

Por abrumadora mayoría -133 votos a favor, dieciséis en contra y otras tantas abstenciones-, la primera asamblea de profesionales, artistas e intelectuales del Partido Comunista de España (PCE) aprobó una resolución que implica la vuelta a las agrupaciones «u otras formas organizativas profesionales» para este colectivo de militantes comunistas.

La resolución aprobada implica que se abra un debate en las organizaciones profesionales en el plazo de quince días y que sus conclusiones sean tratadas en una segunda asamblea a convocar en fecha próxima, y en el comité provincial del partido para que, a su vez, los intelectuales, profesionales y artistas tengan presencia de delegados, en la 7ª conferencia provincial del PCE.Esta resolución aprobada significa la victoria del manifiesto crítico leído en el primer día de la asamblea por los abogados comunistas de Madrid. En realidad, el texto final es una recopilación, a veces matizada, de las líneas fundamentales del manifiesto de los abogados. Entre otras cosas, implica que los intelectuales del PCE están a favor de una estrategia eurocomunista, si bien «no hay que identificarla mecánicamente con la práctica política de los últimos años», y, fundamentalmente, implica su victoria en el sentido de que se rechaza la efectividad de las agrupaciones territoriales.

No obstante, la resolución final aprobada matiza (y ello ha sido una concesión a las tesis del comité provincial) que «todo lo anterior no implica que se cuestione de forma global el proceso de territorialización seguido en el partido», dice textualmente el escrito, «sino que significa un desarrollo de las resoluciones del comité central de Córdoba en este sentido, que hasta ahora no se habían hecho». Quizá la parte más conflictiva del texto aprobado sea la que se refiere a que en el X Congreso del PCE «debe producirse un profundo debate interno sobre el eurocomunismo que implica el desarrollo de la democracia interna».

Esta votación estuvo precedida por más de cuarenta intervenciones de los asambleistas, cuyo contenido fue -salvo excepciones muy contadas- una crítica muy acentuada hacia el comportamiento del PCE con los intelectuales en los últimos tres años, así como un deseo masivo de volver a las organizaciones profesionales.

Las personas que defendieron el actual sistema de territorialización fueron las vinculadas al actual comité provincial, entre ellas el secretario de organización, Pedro de Diego, quien se mostró muy favorable a continuar con las actuales estructuras, si bien habló de la necesidad de hacer unos reajustes no muy bien explicados.

Los asambleistas rechazaron también mayoritariamente una propuesta de pronunciamiento en favor de la vuelta al eurocomunismo por parte del PSUC. Y ello no fue la consecuencia de que los intelectuales no se identifiquen con esta política, sino porque consideraban que la inclusión de un manifiesto de este tipo estaba fuera de lugar. Sin embargo, hay que destacar la intervención de un miembro de la Comisión de Cultura y Comunicación, apoyado por un número de firmas, que no cuantificó, definiéndose a favor de lo aprobado en el Y Congreso del PSUC y acusando de tendenciosas las informaciones ofrecidas a este respecto por la «Prensa burguesa».