Conferencia preparatoria de la tercera "cumbre" islámica
La duodécima reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países islámicos se abrió ayer en la localidad de Taef, en Arabia Saudí, para preparar la tercera cumbre islámica, que congregará en La Meca, el próximo 25 de enero, a 38 jefes de Estado de países musulmanes.En la reunión preparatoria de la cumbre están ausentes Irán, Libia, Egipto y Afganistán, cuyos representantes tampoco acudirán a la conferencia de La Meca, según se confirmó ayer en Taef. En lo concerniente a Irán, algunos diplomáticos señalaron que el Gobierno de Teherán ha dejado claro que no se sentará en la misma mesa en la que se sienten los representantes de Irak. Libia, por su parte, mantiene rotas sus relaciones diplomáticas con Arabia Saudí; Egipto fue separado de la cumbre islámica desde que rubricó los acuerdos de Camp David con Israel, y Afganistán tampoco acudirá a causa de la intervención soviética, que determinó su exclusión de la conferencia por los demás países islámicos.
Los asistentes de los 38 Estados islámicos representarán, sin embargo, a setecientos millones de personas que componen la Umma, la comunidad islámica mundial. Uno de los principales objetivos de la cumbre, cuyos preparativos se discuten desde ayer en Taef, será el intento del rey Jaled de Arabia Saudí, y de Chadli Benjedid, presidente de Argelia, de encontrar una fórmula capaz de regular las querellas interárabes, según aseguró ayer Faruk Kaddumi, director del departamento de Asuntos Políticos de la OLP.
Kaddumi agregó que tanto Chadli Benjedid como el monarca saudí conversarán uno por uno con los jefes de Estado que asistirán a la cumbre de La Meca, para avanzar en aquella dirección. Es previsible la creación de un nuevo comité de reconciliación en el seno de la cumbre. En este órgano se distribuirán las competencias el secretario general de la Liga Arabe y representantes de los países musulmanes que han seguido una actitud conciliadora entre los distintos regímenes islámicos. Un intento similar de conciliación se creó a raíz de la decisión del Frente de la Firmeza de boicotear la cumbre de Amman, el pasado mes de noviembre.
Durante la sesión inaugural de la conferencia preparatoria de Taef, todos los jefes de delegación que intervinieron subrayaron la necesidad de que los países islámicos resuelvan por sí mismos sus diferendos, al tiempo que señalaron lo peligros que se ciernen sobre el mundo islámico. Habib Chaaty secretario general de la Conferencia Islámica, destacó el «carácter fratricida» de la guerra irano-iraquí, ambos países con poblaciones mayoritariamente musulmanas.
Para Faruk Kaddumi, representante palestino, la ausencia de Irán resulta hoy especialmente grave por cuanto que su presencia en la cumbre podría haber permitido el hallazgo de una fórmula que zanjase la guerra irano-iraquí.
Preocupa igualmente a los delegados islámicos de Taef la cuestión palestina, otro factor de división entre países árabes musulmanes, y también el distanciamiento entre los Gobiernos de Riad y Trípoli que rompieron sus relaciones diplomáticas.
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