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Reportaje:

La República de Montmartre se hermanará con el pueblo aragonés de Fuendetodos, patria chica de Goya

Fuendetodos, el pueblecito aragonés en el que nació Goya, y la República de Montmartre serán «hermanados» el próximo mes de 1 mayo. Así fue proyectado anteayer, en la alcaldía del legendario «pueblo» parisiense, entre el presidente de la República montmartreña, Maurice His, y Lucien Castella, secretario general del Centro Universitario de la Romania, organismo cultural de la Unesco. Este último actuó en nombre de las autoridades de Fuen, detodos y del alcalde, Martín Graña Abad.

Habrá que recordar, de entrada, que el más feroz e irreductible enemigo de la República Francesa es la República de Montmartre. Y que nadie se atreva a bromear sobre este asunto ante cualquiera de los ochocientos miembros de esa colina parisiense convertida en República independiente en el año 1921, por decisión de un grupo de terroristas defensores de su identidad republicana de Montmartre, encabezados por el pintor Adolphe Willette. Desde entonces, esa República, conocida en el mundo entero gracias a las tarjetas postales con la basílica del Sagrado Corazón, con la plaza du Tertre, en la que un ejército de pintores trajina con sus retratos a extranjeros y a extranjeras, con el bateau-lavoir en el que Picasso y otros colegas suyos elaboraron la doctrina del cubismo, funciona como otra república cualquiera. Cada tres años, democráticamente, elije su presidente, sus veintiséis ministros y sus cuatrocientos diputados. Y a vivir, pero no sólo del cuento, y respetando todas las normas internacionales «de la buena vida con alegría», que es precepto-columna vertebral de la política interior y exterior del Gobierno de la precitada república: así nos lo ha recalcado, no sin emoción, el presidente His, que, por añadidura, es alcalde adjunto del distrito húmero dieciocho parisiense, en el que está enclavada la República y se lleva «muy bien» con el alcalde de la villa, Jacques Chirac. His está casado con una señora de Vigo y saca a relucir toda su autoridad de presidente de Montmartre para afirmar que «como los pescados y crustáceos de Vigo no hay».

Muy estructurados y uniformados

Lo dicho, por lo que se refiere a la estructura interior de la República, «porque estamos muy, muy estructurados», repite el presidente His, «y muy uniformados». Fue el pintor Toulouse-Laatrec quien diseñó el uniforme al retratar, como símbolo de Montmartre, con capa y sombrero negros., y larguísima bufanda colorada, al político Aristide Briand.La República de Montmartre presume de ser la única del mundo que tiene una viña. Y así debe ser.

Aunque parezca imposible, en una república en la que el Sol es de algodón, es cierto que existe un viñedo en serio, plantado en la ladera de la colina. La vendimia, cada mes de octubre, constituye algo así como la apertura del Parlamento. Durante los festejos en honor del acto se beben muchos más de los cuatrocientos litros de vino (con química y todo) de producción. Las 350 botellas del «más espiritual de los grandes caldos de Francia», según rezaba el programa vendimiador del año último, se subastan y, con los 100.000 francos recaudados (1.700.000 pesetas) se remedian las necesidades más acuciantes de la República. Dice el presidente His que el vino en cuestión «es muy generoso y muy erótico».

La acción diplomática no es menos jacarandosa: treinta embajadores, algunos cónsules y otros aficionados, garantizan el buen estado de salud de la imagen de la República en el mundo. La mayor parte de los grandes capitales de

Occidente se han «hermanado» con los montmartreños. España, por ahora, se mantiene virgen: ni embajador ni hermanamiento. Por ello, el Gobierno de la República está dispuesto a dejarse la piel en Fuendetodos.

Viaje con pergaminos y vino erótico

El presidente His y quince de sus ministros viajarán al pueblo natal de Goya con sus atuendos oficiales, con sus pergaminos, con una botella del vino erótico para regalar, «y dispuestos a todo lo que sea necesario para favorecer el conocimiento y la expansión internacionales de la identidad y de la cultura aragonesas», afirmó el presidente His, que ya garantiza la organización de una exposición patrocinada por la República en la que sería sustancial la participación aragonesa. La promoción cultural de Aragón ya es posible decir que se ha estrenado con suertecilla: en una reunión del Gobierno de la República de Montmartre, destinado a hacer de Fuendetodos pueblo hermano, se reveló que la gran mayoría de los «príncipes» creía que Aragón se encontraba en el sur de España. Por algo se empieza, aunque sea con paciencia.

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